(Foto: Andina).
(Foto: Andina).

América Latina está atravesando ajustes constructivos de política pública, advirtió el director para la región de la consultora de riesgo Eurasia, Christopher Garman.

"Hubo giros hacia gobiernos pro mercado en Argentina, Brasil y hasta hace poco Perú. Era un muy buen relato de reformas y políticas macroeconómicas responsables, frente al populismo de Estados Unidos y Europa, pero los votantes no están contentos y eso es un riesgo", dijo en entrevista con el Diario El Financiero.

En esa línea, consideró que los gobiernos latinoamericanos están a tiempo de implementar reformas las que incluso serán exigidos por los votantes. "El mayor riesgo es China. Siempre hemos tenido optimismo con el presidente Xi Jinping, pero preocupa el comercio global y la relación con Estados Unidos. El riesgo de un conflicto serio entre China y Estados Unidos no puede descartarse", alertó.

Tal situación, precisó impactaría al crecimiento global y el contagio sería más fuerte en Sudamérica. "En un contexto en que la región se está recuperando, ese es el riesgo externo clave", afirmó.

"Los analistas subestimaron la ira de los votantes de clase media y baja en Estados Unidos y Europa”, manifiesta. "Probablemente estemos cometiendo un error similar con América Latina y el descontento es igual o mayor", relató.

Ello es especialmente relevante en un año en que las dos mayores economías de la región, Brasil y México, tienen elecciones presidenciales.

"La corrupción está entre los primeros temas para los votantes, aclaró. Agregó que "las razones del desencanto en América Latina son diferentes de las de Estados Unidos y Europa, pero el resultado es bastante similar".

En el caso específico de Brasil, por ejemplo, "la pregunta es quién puede ser competitivo en este ambiente de desencanto profundo. Y si habrá un candidato que esté a favor de las reformas de este gobierno".

Para el especialista, hay candidatos que van contra las reformas, como Lula da Silva y Ciro Gómez, que es quien tiene más posibilidades en la izquierda. "También están los cuasi-reformistas, que dan señales pro mercado, pero no está claro que puedan impulsar reformas. Ahí está la extrema derecha de Jair Bolsonaro. A él hay que tomarlo en serio. Está conectándose con la ira popular", remarcó.