Redacción Gestión

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(Reuters).- Los principales bancos centrales se están enfrentando al riesgo de que sus enormes esfuerzos para revivir el crecimiento económico sean bloqueados de nuevo, por lo que algunos están proponiendo nuevas y audaces ideas para contrarrestar la amenaza de una débil actividad económica en los años venideros.

Poco después de que la decidiera mantener sus tasas de interés cerca de cero, por los riesgos para la economía mundial, el economista jefe del Banco de Inglaterra dijo que los bancos centrales tienen que aceptar que los tipos podrían quedarse pegados en el fondo.

En Japón, donde las han estado en cero por más de 20 años, los funcionarios del banco central ya están proponiendo ideas para reestructurar el enorme programa de estímulo monetario, por el temor a que sea insostenible en el futuro, según fuentes conocedoras del razonamiento del Banco de Japón.

En tanto, un importante funcionario del Banco Central Europeo dijo que hay que revisar un programa de compra de bonos si la baja inflación se vuelve endémica. Pero agregó que en el largo plazo no será la política monetaria la que recupere el crecimiento.

A unos ocho años del comienzo de la crisis financiera, las economías de y Reino Unido están creciendo a un ritmo saludable, en contraste con la de y la de la zona del euro.

Sin embargo, el riesgo de una fuerte desaceleración en China y otros mercados emergentes ha evitado que la comience a subir las tasas de interés, lo que está siendo observado de cerca por el Banco de Inglaterra.

Los inversores piensan, en su mayoría, que la postergación del alza de tasas de la Fed tendrá corta vida y que la entidad podría comenzar a subir el tipo a fines de año, seguida por el Banco de Inglaterra.

El economista jefe del banco central británico, Andy Haldane, quien por largo tiempo ha sido pesimista respecto de la probabilidad de una recuperación sostenible, dijo que el mundo podría de hecho estar entrando en una nueva fase de la crisis financiera, provocada esta vez por los mercados emergentes.

En un discurso el viernes, en el que se resumió el dilema de varios bancos centrales, dijo que los funcionarios tienen mucho menos margen de maniobra que en el pasado.

Haldane apuntó que la próxima decisión del puede ser una baja desde un mínimo histórico del 0.5%, en lugar de acometer el alza que en general se espera.

Pero aún cuando los tipos comiencen a subir, advirtió de que pueden volver a ser arrastrados al cero por problemas en el futuro.

"Si las tasas de interés reales están persistentemente bajas, los bancos centrales pueden necesitar pensar de manera imaginativa en como lidiar de forma más permanente con las restricciones tecnológicas que imponen tasas de interés en una banda baja del cero", dijo.

"Eso puede requerir una revisión, una verdaderamente radical, de una serie de prácticas de los bancos centrales".

Haldane dijo que las posibles soluciones pueden incluir subir los objetivos de inflación de los bancos centrales o establecer los programas de emergencia de compras de bonos como parte del arsenal, pese a que ambas opciones tienen desventajas.

Incluso mencionó una alternativa aún más radical: que los gobiernos emitan dinero electrónico en lugar de papel moneda, lo que en la práctica permitiría tener tasas de interés negativas y romper el piso del costo cero del dinero.