(Reuters) La confianza del consumidor en Estados Unidos retrocedió en abril desde su nivel más alto en más de 16 años, pero el salto en las ventas de casas nuevas a un máximo en ocho meses apuntó a una fortaleza subyacente en la economía pese a una aparente desaceleración del crecimiento en el primer trimestre.

Los buenos fundamentos de la economía estadounidense fueron subrayados además por otro indicador publicado el martes, que mostró que los precios de las viviendas tuvieron en febrero su mayor incremento interanual en dos años y medio.

Aunque la confianza del consumidor bajó este mes, se mantuvo en un nivel muy alto y se espera que muchos hogares compren bienes caros, como automóviles. Eso apuntaría a una aceleración en el gasto, tras una ralentización que probablemente contribuyó a que el crecimiento económico se frenase a comienzos de año.

"El mercado inmobiliario sigue viéndose bastante bien", afirmó Faucher, economista de PNC Financial Services Group. "Además, los consumidores tienen más empleos y están recibiendo sueldos más altos, por lo que es probable que aumenten su gasto este año", agregó.

El Conference Board reportó que su índice de confianza del consumidor bajó a 120.3 este mes desde 124.9 en marzo, que había sido la lectura más alta desde diciembre de 2000. La cifra de abril fue la segunda más alta desde 2000.

El descenso en la confianza probablemente esté relacionado con el fallido intento de los republicanos de revocar en el Congreso la actual ley de salud, conocida como Obamacare.

Ese fracaso generó dudas en los mercados sobre las dificultades que tendría el gobierno de Donald Trump para implementar otras políticas, como su plan de recortar impuestos.

En otro reporte, el Departamento de Comercio dijo que la venta de casas nuevas creció un 5.8% en marzo, a una cifra anual desestacionalizada de 621.000 unidades, el nivel más alto desde julio de 2016. En la comparación interanual, las ventas de casas se incrementaron un 15.6%.

La fortaleza del mercado de bienes raíces sugiere que los indicios de una fuere moderación en el crecimiento económico durante el primer trimestre eran una anomalía.

Un inventario escaso de viviendas está impulsando los precios. El índice compuesto de 20 áreas metropolitanas de S&P CoreLogic Case-Shiller subió un 5.9% en febrero respecto al mismo mes del año pasado el mayor incremento desde julio de 2014, tras el alza de 5.7% de enero.