Consumir jugos azucarados y bebidas con gas no es la mejor manera de hidratarse y aplacar la sed durante el intenso verano que ocurre en el Perú, advirtió María Goñez del Águila, pediatra de , quien recomendó a los padres incentivar el consumo de agua cuatro veces al día entre los niños.

Explicó que el consumo indiscriminado de jugos azucarados y gaseosas ocasiona en el organismo una deshidratación severa que puede llevar a perder muchos electrolitos en un día.

"Los niños son activos, sudan y necesitan líquidos, y si se les da gaseosas o jugos azucarados se deshidratarán mucho más. La dieta de los pequeños es 80% líquidos", indicó.

Goñez mencionó que cuando los niños juegan, pierden agua y electrolitos por medio de la sudoración, lo que se en verano se intensifica aún más.

"Para evitar la deshidratación es importante consumir agua, frutas, verduras y refrescos naturales, siempre con agua hervida y buena higiene de manos, para evitar problemas estomacales", precisó.

Mencionó que estas bebidas, aparte de darnos calorías por el exceso de azúcar, pueden llevar al sobrepeso y, adicionalmente, aportan sustancias dañinas para el organismo, como el benzoato de sodio, que disminuye la absorción del potasio en el cuerpo.

Además, estos productos contienen cafeína, que actúa como diurético y genera pérdida hídrica; también cuentan con altos niveles de ácido fosfórico, que puede ocasionar descalcificación y cálculos renales.Golpe de calor

La especialista recomendó a la población adoptar medidas de prevención para evitar que se produzcan posibles casos de hipertermia o golpe de calor.

"Los niños menores de dos años que presenten cuadros de diarrea, deshidratación y fiebre son el grupo de mayor riesgo", explicó.

Recomendó que todo niño que presente temperaturas altas que no ceden en 24 horas a través de medios físicos o medicamentos, debe ser trasladado inmediatamente al centro de salud más cercano.

Para evitar que los menores presenten estos cuadros, la especialista sugirió tenerlos sin abrigo y vestidos con ropa de algodón o tela delgada, bañarlos tres o cuatro veces al día, e hidratarlos. "Además mantenerlos en el ambiente más fresco de la casa, que debe tener puertas y ventanas abiertas", finalizó.