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LUIS HIDALGO SUÁREZlhidalgos@diariogestion.com.pe

¿Qué factores están detrás de esta desaceleración y cuál considera el más importante?Yo le daría el mayor peso a la caída de las exportaciones que se ha venido registrando, básicamente en . Los exportadores de manufacturas ya habían logrado solucionar parte de su problema (efecto negativo de la crisis en sus principales mercados como EE.UU. y UE) recanalizando sus productos hacia otros mercados. Pero cuando lo hicieron comenzó la desaceleración en otras regiones, precisamente, en las que eligieron para reorientar su producción.

¿Por ejemplo?Es el caso de los textiles, en que una parte (de la exportación reorientada) la estaban vendiendo a y ahora ha disminuido sus compras y se han producido fuertes descensos en los volúmenes exportados. En general, la manufactura nacional está débil desde hace dos años, pero nadie le hacía caso porque la demanda interna (construcción y otros sectores ligados a la demanda interna) estaba compensando eso.

A ello se suman otros shocks: la caída de los precios de los minerales y la salida de capitales. También hay cierto rezago en la inversión privada.

Es decir, también hay factores internos en la desaceleración…Sí, la inversión pública ha intentado compensar el efecto negativo del sector externo en el PBI, pero hay cierto rezago en la ejecución de proyectos (sobre todo mineros) de que podrían haber mantenido la demanda agregada. Pero lo más importante en la desaceleración del PBI son los tres factores que señalé antes.

¿Cuánto durarían estos shocks y su efecto negativo en la economía nacional? El presidente de anunció que a fin de año iban a definir si efectivamente van a retirar el estímulo monetario, pero yo estimo que la salida de capitales (del país) va a durar este año y el próximo. Acá el problema es el ajuste que está ocurriendo (en la economía mundial) porque eso es importante para la estrategia de política económica.

¿Podría explicar por qué?De acuerdo a los últimos datos, el panorama mundial es el siguiente: la economía de EE.UU. se mantiene prácticamente estable, está creciendo a 3.5%, pero no muestra tendencias a caer ni a subir; la economía europea, que había descendido en el primer semestre, está dando muestras de recuperación, mientras que las economías asiáticas, por ahora, están desacelerándose, especialmente , y no hay un síntoma claro de que se vaya a recuperar.

¿Qué nos dice este panorama mundial?Que se está configurando un escenario de salida de capitales porque EE.UU. aparece como un segmento de mayor crecimiento, y eso ha modificado las expectativas y provocado la venta de activos en países emergentes y el retorno de capitales al país del norte. El problema es que esto está provocando un aumento del precio del dólar en todo el mundo.

¿Qué se debería hacer en esta coyuntura?El asunto es que si este proceso va a durar año y medio, no tiene sentido intervenir para amortiguar las fluctuaciones (del ), porque la tendencia de largo plazo del precio del dólar es al alza, y si eso sigue, como todo indica, los diferentes países (que dejen subir el tipo de cambio) van a seguir ganando competitividad respecto de Estados Unidos.

Entonces, el país que logre la mayor depreciación de su moneda (respecto del dólar) es el que va a capturar el grueso de las importaciones que va a insumir EE.UU. cuando ese mercado crezca sostenidamente.

¿Quiere decir entonces que se debe dejar subir el tipo de cambio?Controlar las fluctuaciones del dólar tendría sentido si ese proceso durara tres o cuatro meses. Yo dejaría hasta S/. 3.00 más o menos. Si yo fuera el BCR no intervendría hasta que el dólar llegue a ese precio. Y cuanto más rápido, mejor.

No entiendo la política del BCR. Me quedan dudas de cómo está interpretando el BCR (esta coyuntura), porque, obviamente, el tipo de cambio de S/. 2.80 no lo va a poder sostener, hasta que se recuperen los precios de los minerales.

Sin embargo, se argumenta que una devaluación como esa afectaría mucho a los endeudados en dólares… Hay que tener cuidado. No es que los precios de los activos en el Perú estén muy bajos, todavía hay severas distorsiones en el mercado hipotecario y las tasas de crecimiento de los créditos bancarios son insostenibles, han estado en 18% y 19% y eso está provocando una inflación de activos que es peligrosa y está sesgando la economía hacia el sector no transable. Esto habría que desinflarlo.

¿Y cómo se corregiría esto?Un aumento en el costo del financiamiento (con la devaluación) sería eficaz para contener la demanda de créditos por esos activos. Y, además, ayudaría a que las importaciones desciendan sustancialmente porque de lo contrario vamos a tener un alto déficit comercial este año.

Es cierto que habría algún efecto de la devaluación en los comerciantes y en los que importan bienes durables y autos, pero todo eso es importado, por lo que el impacto en el PBI sería mínimo.

Pero el aumento del costo del financiamiento tendría un efecto negativo en la inversión privada…Lo que ocurriría es que descendería un tipo de inversión (orientada a esos activos), por lo que habría que compensar eso con inversión pública en construcción (municipios, infraestructura). Además la inversión privada en construcción (en supermercados, por ejemplo) que no está influenciada por los altos precios de esos activos va a seguir dinámica.

Lo positivo de la medida (devaluación) es que disminuiría la demanda de tres productos: casas, carros y bienes de consumo durable (ambos importados), lo cual es deseable porque disminuyen las importaciones y se arreglaría la brecha comercial externa.

En este contexto, ¿cuánto crecería el PBI este año? Hay que esperar un crecimiento más bajo (que años anteriores) porque las condiciones no son favorables en el segundo semestre de este año. El próximo año el PBI repuntaría cuando salgan nuevos proyectos, como Toro Mocho (cobre), que elevan el volumen exportable.

¿Y qué tasa de crecimiento estima para este año?El producto que publica el INEI apunta a una tasa de crecimiento de 4.5% a 5% este año, que es una tasa razonable, y el próximo año puede repuntar a más de 6% por el impacto de los nuevos proyectos mineros, y si se devalúa (porque en ese caso también repuntarían las exportaciones no tradicionales). El objetivo debería ser revertir el déficit comercial con los Estados Unidos, porque la coyuntura está para eso.