(Bloomberg).- Al parecer, las noticias sobre la muerte del motor de combustión interna no eran tan exageradas después de todo.

anunció hoy que prevé comenzar pronto a eliminar gradualmente los vehículos propulsados únicamente por combustibles fósiles, sumándose a una cohorte de fabricantes que se vuelcan a los autos eléctricos más rápido de lo que esperaba la mayoría de los representantes de la industria hace sólo unos años.

Volvo dice que planea ofrecer sólo motores híbridos o totalmente eléctricos en todos los modelos que se lancen a partir del 2019, incluidos cinco autos eléctricos que espera tener en su línea de productos para el 2021.

Aunque la compañía seguirá produciendo versiones de combustión conforme realiza las pequeñas actualizaciones que las automotrices introducen con cada año nuevo de fabricación, cuando se produzca una remodelación importante (lo que suele ocurrir cada siete años), ya no ofrecerá esa opción.

Eso quiere decir que, para el 2025 aproximadamente, Volvo fabricará su último auto exclusivamente a gasolina o diésel. Es la primera gran automotriz en asumir ese compromiso.

"Este anuncio marca el final del automóvil propulsado exclusivamente por un motor de combustión", dijo el máximo ejecutivo de Volvo Hakan Samuelsson. "La marca de Volvo se verá fortalecida por la electrificación".

Si bien existen autos eléctricos desde el siglo XIX y estos han recibido mucha atención en el último lustro aproximadamente, siguen siendo sólo un pequeño porcentaje del mercado total, en tanto los conductores se retraen ante los altos precios y una autonomía de manejo limitada. Los autos a batería representaron alrededor del 1% de las ventas en Estados Unidos, Europa y China el año pasado.

E incluso estas modestas cifras en gran medida reciben el impulso de los gobiernos. China, que ha puesto en marcha una iniciativa agresiva para combatir el smog, planea imponer cupos a los autos a batería, lo que en la práctica obligará a los fabricantes a vender vehículos eléctricos.

En Europa, donde los reguladores recurrieron al diésel para reducir la contaminación, normas más estrictas que entrarán en vigencia en el 2020 reducirán los límites a las emisiones de dióxido de carbono en un tercio –umbral que es casi imposible de cumplir sin motores total o parcialmente eléctricos-.

En EE.UU., aunque el presidente Donald Trump ha prometido derogar las normas que exigirían a las automotrices casi duplicar el kilometraje a gasolina, California lidera una iniciativa para fijar estándares aún más estrictos.

Sus reglamentaciones exigirán que alrededor del 15% de los autos y las camionetas que se vendan en el 2025 tengan emisiones cero, lo que significa que casi con seguridad funcionarán a electricidad. Por lo menos otros nueve estados han adherido a la postura de California.

Bajar los preciosLas automotrices se dan cuenta de que deben rebajar los precios y aumentar la autonomía de los autos para que los consumidores acepten esta tecnología, y están empezando a hacerlo.

A fines del año pasado, GM lanzó el Chevrolet Bolt totalmente eléctrico, con una autonomía de 383 kilómetros (238 millas) y un precio de US$ 38,000. Y el CEO de Volvo Samuelsson dijo que los vehículos deben tener una autonomía de por lo menos 350 kilómetros antes de que tengan amplia aceptación, objetivo que, según dice, sus autos van a cumplir.

La transición a autos más verdes reducirá las ganancias en toda la industria durante años mientras los fabricantes desarrollan motores tanto eléctricos como tradicionales de combustión antes de que los vehículos a batería sean económicamente viables.

Ese punto de inflexión de la rentabilidad probablemente tenga lugar en torno al 2020, según el responsable de marca de VW Herbert Diess.

"Para nosotros y para muchos de nuestros competidores", dice Diess, "este momento será un enorme desafío".