Volvo
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Volvo, segunda fabricante de camiones más grande del mundo, desembolsará 7,000 millones de coronas (US$ 780 millones) para solucionar el problema de un componente controlador de emisiones defectuoso que se desgasta más rápido de lo esperado.

La medida afectará a los ingresos operativos del cuarto trimestre que acaba de finalizar, mientras que el impacto en el flujo de caja durará varios años, señaló el jueves la compañía de Gotemburgo, Suecia, en un comunicado emitido tras cerrar la bolsa de Estocolmo.

Volvo registró su mayor caída en seis meses el 16 de octubre luego de revelar que el costo de solucionar el problema con la pieza, que viene de un proveedor externo, "podría ser importante".

La compañía detalló que un componente se estaba degradando más rápido de lo esperado, lo que podría provocar la generación de emisiones por encima de los límites establecidos.

La empresa sigue trabajando para resolver el problema y colabora con las autoridades para encontrar una solución, precisó el jueves.

La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos informó en octubre que estaba en conversaciones con Volvo para abordar el tema.

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