Volkswagen logra acuerdo en EE.UU. por escándalo de emisiones de vehículos diésel

San Francisco (Reuters).- La alemana Volkswagen AG, que busca de dejar atrás un escándalo que ha golpeado a su negocio global y manchado su reputación, anunció hoy un acuerdo para recomprar o posiblemente reparar cerca de medio millón de vehículos diésel contaminantes y establecer fondos de compensación ambiental y de consumo.

Es probable que el arreglo, que fuentes y analistas han dicho le podría costar a VW al menos US$ 10,000 millones, no concluya con la controversia que comenzó en setiembre, cuando el segundo mayor fabricante de vehículos del mundo admitió utilizar un software sofisticado para evadir las normas de emisiones en Estados Unidos.

VW aún enfrenta una investigación del Departamento de Justicia que podría finalizar en cargos criminales y una fuerte petición en Europa para hacer más por los dueños de vehículos que también tienen software ilegales.

El juez federal Charles Breyer detalló el acuerdo durante una audiencia en una corte en San Francisco. No comentó sobre la cantidad de dinero involucrado y ordenó a los abogados de todas las partes no divulgar los detalles hasta que sean los lineamientos finales.

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Breyer estableció como fecha límite el 21 de julio para establecer los detalles finales del acuerdo. Muchas interrogantes deberán ser respondidas.

Entre ellas, si Volkswagen podrá volver a vender los vehículos que recomprados y cómo solucionará los cerca de 90,000 vehículos Porsche, Audi, VW y utilitarios fabricados por la compañía que están equipados con motores diésel de seis cilindros que no cumplen con las normas estadounidenses.

VW dijo en un comunicado que alcanzó un pacto "sobre las características básicas de un acuerdo con las demandas colectivas en San Francisco. El acuerdo será incorporado a una solución integral en las próximas semanas".

La firma dijo que el acuerdo "no tendrá efecto jurídico alguno fuera de Estados Unidos". VW había ofrecido previamente 1,000 dólares en efectivo y otra compensación a cerca de 600,000 dueños de vehículos en Estados Unidos.