Redacción Gestión

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Berlín (Reuters).- , la mayor automotriz europea, advirtió a los trabajadores de su fábrica más grande en Alemania que podría introducir medidas de recortes de gastos en los próximos meses para contrarrestar el impacto de una ralentización en las ventas.

Los ejecutivos de la compañía, entre ellos el jefe de finanzas , han advertido recientemente que VW podría postergar algunas inversiones, en momentos en que la automotriz alemana lucha con una menor demanda, especialmente en los principales mercados europeos.

Las entregas globales de VW subieron sólo 0.1% el mes pasado a 720,400 autos, comparado con un incremento del 3.2% registrado en julio. Esto convierte a agosto en el mes más débil para VW en cerca de dos años y medio.

Arno Antlitz, un alto ejecutivo de la firma, dijo en una reunión en la sede central de VW, en Wolfsburgo, que la compañía necesita seguir apretándose el cinturón en todos los niveles, regiones y plantas. "Necesitamos el impulso de ganancias sólidas y una posición de costos competitiva", dijo Antlitz en comunicado, sin dar más detalles.

VW desestimó la semana pasada un informe publicado en la revista alemana Manager Magazin que sostenía que la firma corría el riesgo de incumplir sus metas financieras. La firma busca elevar las ganancias antes de impuestos a más de 8% para 2018, desde el 6% registrado el año pasado.

A pesar de una ralentización en las ventas, hay señales de que VW está resistiendo la desaceleración del mercado de una mejor forma que sus pares europeos.

VW, que quiere superar a y como la principal automotriz a nivel mundial para el 2018, dijo el 10 de setiembre que pese a los problemas sus entregas podrían subir a un récord de 9.5 millones de autos este año, comparado a los 9.3 millones registrados en 2012.