Redacción Gestión

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Por Stefano De Marzo

Un candelabro de cristal cuelga del techo de la tienda ubicada en el Jockey Plaza. Colores turquesa y dorado se intercalan entre los espejos. El display boutique de eyes illusion (así, con minúsculas) se aleja del aspecto que, de manera tradicional, han tenido las ópticas en el país.

Ello porque, no solo en apariencia, buscan diferenciarse de la oferta de productos de salud visual que existe en el mercado.

El consumidor de la cadena tiene un perfil alto, en palabras de Ignacio Morales, su gerente general, y busca calidad. Por ello, han logrado una cartera de marcas que incluye Svarovski, Tag Heuer o Cartier. Para el 2015 preparan el ingreso de Serengeti, Max Mara, Balenciaga y Ermenegildo Zegna para nutrir su exclusiva oferta.

"El 50% de las ventas que generamos son productos de lujo", asegura Morales, ecuatoriano que ha estado al mando de la cadena desde su compra.

El ejecutivo recuerda cómo fue que hace cinco años el Grupo Ola, de capitales ecuatorianos y colombianos, decidió la adquisición de la cadena en el Perú. El grupo empresarial había nacido hace 35 años de la mano de una optómetra recién graduada.

La cadena peruana tenía 16 años en el mercado, pero había estancado su crecimiento. En cinco años pretenden contar con marcas propias. Señala también, como algo curioso, el hecho de que en Lima, donde muchas veces no hay sol buena parte del año, las cifras aumentan en diciembre entre un 50% y 100% con respecto al promedio del año.

"Aquí, diciembre es un mes visagra en ópticas", asegura Morales.