Tras consultar con sus accionistas, la compañía tendrá ahora un máximo de 12 meses para deshacerse del resto de su participación, aunque tratará de hacerlo con rapidez debido a la continua caída en bolsa de Evergrande. (Foto: Hector RETAMAL / AFP)
Tras consultar con sus accionistas, la compañía tendrá ahora un máximo de 12 meses para deshacerse del resto de su participación, aunque tratará de hacerlo con rapidez debido a la continua caída en bolsa de Evergrande. (Foto: Hector RETAMAL / AFP)

La sociedad de inversión especializada en propiedades Chinese Estates, uno de los principales accionistas del gigante inmobiliario chino Evergrande, anunció planes para deshacerse de su participación en la compañía ante su grave situación financiera.

En un comunicado remitido a la Bolsa de Hong Kong, donde cotiza, Chinese Estates explica que su directiva está “preocupada” por los últimos datos ofrecidos por Evergrande sobre su liquidez y por las “posibles consecuencias” de que las medidas anunciadas para remediar la situación “no puedan aplicarse de forma efectiva”.

Chinese Estates es uno de los principales inversores corporativos de Evergrande, controlando un 5.66% de su accionariado a fecha del 31 de agosto.

Desde entonces, ha vendido casi 109 millones de títulos, que representan cerca de un 0.82% de la masa accionarial de Evergrande, por un total de 246.5 millones de dólares de Hong Kong (US$ 31.7 millones, 27.1 millones de euros).

Tras consultar con sus accionistas, la compañía tendrá ahora un máximo de 12 meses para deshacerse del resto de su participación, aunque tratará de hacerlo con rapidez debido a la continua caída en bolsa de Evergrande.

De conseguir vender toda su participación en Evergrande, Chinese Estates calcula que supondrá unas pérdidas de 9,486 millones de dólares de Hong Kong (US$ 1,218 millones, 1,041 millones de euros) para el año en curso.

El valor en bolsa de Evergrande se ha desplomado más de un 40% en el último mes y más de un 80% desde que comenzó el año.

En las últimas semanas, inversores y analistas de todo el mundo están atentos a Evergrande, considerada la inmobiliaria más endeudada del mundo y con graves problemas de liquidez que amenazan los pagos de su deuda.