Odebrecht SA y cada una de sus 20 unidades en protección por bancarrota deberán celebrar reuniones con los acreedores por separado para aprobar un plan de recuperación, según una decisión del juez Alexandre Lazzarini en Sao Paulo.
Los abogados de Odebrecht aún están analizando el caso, pero su conclusión inicial es no impugnar la decisión de Lazzarini, ya que la compañía no lo ve como un obstáculo para la aprobación del plan de reestructuración que está negociando con los acreedores, según una persona familiarizada con la posición de la compañía.
La gerencia de Odebrecht cree que los acreedores de la mayoría de las unidades votarán a favor de consolidar la reestructuración en un solo plan unificado, dijo la persona.
Los ejecutivos de Odebrecht creen que es poco probable que una reunión de acreedores prevista para el 4 de diciembre reúna el quorum necesario entre los inversores para abordar un proceso de reestructuración, según la persona familiarizada con el asunto.
En su lugar, Odebrecht intentará suspender la reunión del miércoles y posponerla hasta el 10 de diciembre a fin de presentar un nuevo plan de reestructuración que se está negociando con los acreedores. El objetivo de la firma es aprobar este plan más adelante en el año, según la persona que pidió que no se revelara su identidad porque el asunto es privado.
Un representante de Odebrecht dijo que la compañía está revisando la decisión del tribunal y rehusó hacer más comentarios.
Parte de las negociaciones con los acreedores afectan al futuro de las acciones de la unidad petroquímica de Odebrecht, Braskem SA. Odebrecht, que solicitó la protección judicial de sus acreedores el 17 de junio, las ha ofrecido como garantía para préstamos de Banco do Brasil SA, el banco estatal de desarrollo BNDES, Banco Bradesco SA, Itaú Unibanco Holding SA y Banco Santander Brasil SA.