Bruselas (AFP).- La Comisión Europea dio este martes un gran golpe a las "ventajas fiscales" otorgadas por Irlanda a y exigió al gigante estadounidense que devuelva a este país la suma récord de más de 13,000 millones de euros (US$ 14,625 millones).

Irlanda y la propia Apple anunciaron de inmediato que recurrirían esta decisión.

"La llegó a la conclusión que Irlanda había otorgado a Apple ventajas fiscales indebidas por 13.000 millones de euros", indica el ejecutivo europeo en un comunicado.

"Esta práctica es ilegal según las normas de la UE en materia de ayudas de Estado, ya que permitió a Apple pagar muchos menos impuestos que las demás sociedades" sobre "prácticamente la totalidad de los beneficios generados" por sus ventas en la UE, explica la Comisión.

"Este trato selectivo ha permitido a Apple que se le aplique un tipo de imposición efectivo del 1% sobre sus beneficios europeos, tasa que disminuyó hasta 0,005 % en 2014", considera el ejecutivo europeo, encargado de la competencia en la UE.

"Irlanda debe ahora recuperar los impuestos no pagados por Apple en su territorio entre 2003 y 2014, a saber 13.000 millones de euros más los intereses", concluye.

Irlanda reaccionó casi de inmediato. "Estoy en profundo desacuerdo con la decisión de la Comisión" declaró el ministro irlandés de Finanzas, Michael Noonan, en un comunicado. "El ministro de Finanzas buscará el aval del gabinete para recurrir la decisión de la Comisión ante la justicia europea" añadió.

También Apple anunció que apelará la decisión de la UE. "Apelaremos y confiamos en que la decisión será revocada" dijo el gigante estadounidense en un comunicado, y aseguró que esta decisión "tendrá un profundo y nefasto efecto en las inversiones y la creación de empleo en Europa" por parte de Apple.

Este importe de más de 13.000 millones de euros es un récord en la historia de los casos de ayudas de Estado, que supervisa la Comisión.

Hasta ahora la mayor multa infligida por ayudas de Estado había sido de 1.290 millones de euros al circuito de automóvil de Nürburgring, en Alemania, que había recibido ayudas de Estado incompatibles con las normas europeas de la competencia, recordó un portavoz de la Comisión.