La cervecera belgo-brasileña Ab InBev habría impedido la importación a Bélgica de sus marcas más conocidas desde Holanda y Francia, donde se venden a un precio más bajo, indicó hoy la Comisión Europea, estimando esta práctica como contraria a la competencia en el bloque.

"Los consumidores belgas han tenido que pagar probablemente un precio más caro para comprar sus cervezas favoritas (...) Estas prácticas contravendrían las normas de competencia en la UE", indicó en un comunicado la comisaria europea de la Competencia, Margrethe Vestager.

Tras abrir un procedimiento formal de examen en junio del 2016, el ejecutivo comunitario envía ahora un "pliego de cargos" al número uno mundial de la cerveza, una especie de acusación a la que deberá responder la cervecera.

Según Bruselas, AB InBev vende "sus productos Jupiler y Leffe a precios inferiores" en Holanda y Francia, fronterizas con Bélgica, "por la competencia más fuerte que registran estos mercados".

Sin embargo, la empresa belgo-brasileña con sede en la localidad belga de Lovaina habría desarrollado una estrategia "deliberada" que buscaría impedir a los mayoristas y a los supermercados belgas comprar los productos en los otros dos países.

Una de esas prácticas sería reducir al francés en Francia y al holandés en Holanda la información del embalaje de estas cervezas, máxime cuando Bélgica cuenta con valones francófonos al sur y flamencos de lengua holandesa al norte. La región de Bruselas es bilingüe.

AB InBev se unió con su antiguo competido SABMiller a fines del 2016, con el objetivo de convertirse en el número uno mundial de la cerveza.