Uber
Uber

es más que una aplicación para pedir un viaje. Esa es una parte importante de su discurso para atraer inversionistas en momentos en que se prepara para una oferta pública inicial que se celebrará este año. De hecho, algunas de sus nuevas líneas de negocios podrían disuadir activamente a las personas de llamar a uno de sus vehículos.

Rachel Holt, directora de la división New Mobility, señala que los clientes que usan los scooters y bicicletas de Uber piden un 10% menos de autos a través de la aplicación y en ciertos días en al menos un mercado, el corazón de Sacramento, California, más personas optaron por las bicicletas eléctricas de Uber que por sus autos. El viernes, pretende poner a disposición 100 scooters en la ciudad.

Uber asegura que la canibalización de su negocio de transporte de pasajeros forma parte de su plan maestro. Del mismo modo que la startup alteró su servicio de vehículos negros hace años al ofrecer los viajes UberX de menor margen, ahora espera forjar el próximo cambio en el transporte.

Al mismo tiempo, el crecimiento en la actividad principal de Uber se está desacelerando, lo que significa que a medida que se avecina la OPI, sus otras incursiones son cada vez más importantes.

Además de inversiones en áreas como entrega de comida y camiones de carga, Uber apuesta fuerte por las bicicletas y los scooters. En abril, compró Jump Bikes en US$ 200 millones. La compañía también ha considerado adquirir los servicios de scooters eléctricos Lime y Bird Rides y ha conversado con cada uno, afirmaron personas cercanas al tema, pero hasta ahora no ha cerrado un acuerdo.

En cambio, en los últimos meses Uber ha desarrollado su propio producto, que genera casi 1,000 bicicletas eléctricas de la marca Jump al día. Este año, la compañía tiene un presupuesto de US$ 1,000 millones para scooters, bicicletas y otras iniciativas de movilidad, explicó Holt.

"Entre el 1 de enero y el 1 de marzo verán decenas de miles de bicicletas Jump y scooters en las calles de Estados Unidos", anunció.
El objetivo a largo plazo de la compañía es permitir a los usuarios solicitar todo medio de transporte público a través de su aplicación.

No es la única startup con esa visión. Otras empresas como su rival Lyft también trabajan para integrar opciones de transporte público. Por ejemplo, los usuarios de Lyft en Santa Mónica, California, ahora pueden usar la aplicación para buscar información sobre rutas de transporte local.

Si el transporte público urbano con el tiempo se aleja marginalmente de los autos y pasa a las bicicletas o scooters, Uber apunta a mantenerse competitivo. En al menos un mercado, la compañía ya ha observado una disminución en el número de personas que piden viajes en auto.

"Si nos fijamos en nuestros primeros datos de San Francisco, estamos viendo una disminución de los viajes en Uber", detalló Holt. "Pero el aumento que estamos viendo en los viajes en bicicleta lo supera ampliamente".

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