(Foto: Reuters)
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podría dejar de importar algunos modelos a si el presidente aumenta los aranceles a los automóviles, mientras que otros autos y camiones que están en las salas de exhibición serán más caros, según el responsable para Norteamérica de la automotriz.

El fabricante de automóviles japonés está activamente analizando escenarios sobre cómo los esquemas arancelarios podrían afectar a cada una de sus líneas de automóviles y camiones, dijo Jim Lentz, máximo ejecutivo de las operaciones de Toyota en Norteamérica.

"Si termina siendo 10% o 25%, casi sobre una base de serie por serie tenemos que evaluar qué vamos a hacer", dijo en una entrevista. "En algunas series, podemos aumentar los precios. En otras series, podemos detener las importaciones y entonces los consumidores tendrán menos opciones".

El Departamento de Comercio de Trump celebró una audiencia el jueves sobre su investigación para determinar si las importaciones de vehículos de pasajeros ponen en peligro la seguridad nacional de EE.UU. Lentz dijo que esta idea es totalmente errónea. En cuanto a la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte entre EE.UU., México y Canadá, Lentz señaló que favorece las negociaciones a tres bandas, no el acuerdo separado entre EE.UU. y México que Trump dijo esta semana que estaba considerando.

Toyota está en proceso de construir su 11ª fábrica en EE.UU., una planta conjunta de ensamblaje de automóviles con Mazda Motor Corp. en Huntsville, Alabama. No tiene planes de agregar otra instalación de producción, sostuvo Lentz.

Aun así, Toyota importó más de la mitad de los 2.4 millones de vehículos que vendió en EE.UU. el año pasado, incluidos varios de sus modelos de mayor venta y más rentables. El crossover RAV4 se convirtió el año pasado en el modelo líder de Toyota en EE.UU., con un aumento de las ventas de un 16 por ciento a alrededor de 408.000 vehículos, los cuales fueron enviados al país desde Japón y Canadá.

Canadá también suministró el 95% de los aproximadamente 108,000 vehículos utilitarios deportivos Lexus RX que se vendieron el año pasado en EE.UU. En contraste, alrededor del 90 por ciento de los más de 387,000 sedanes Camry vendidos en EE.UU. el año pasado se ensamblaron en Kentucky.

Lentz dijo que apoya los esfuerzos de Trump para ayudar a los fabricantes de automóviles en otras áreas, como volver a examinar los estándares de ahorro de combustible y reducir las tasas de impuestos.

"Hay muchas cosas que ha hecho la administración que han creado una economía bastante fuerte", señaló Lentz, quien habló desde Detroit, donde el difunto Kiichiro Toyoda --quien llevó el negocio familiar de los telares a los automóviles-- fue incluido en el Salón de la Fama automotriz.

Es posible que se tengan que considerar nuevos gravámenes al decidir ubicaciones para futuras fábricas de motores o componentes, dijo Lentz.

"¿Podría la política influir en eso? ¿Podríamos decidir, incluso si pudiéramos construirlos más baratos en otro lugar, construirlos en EE.UU.?", señaló Lentz. "Podría suceder, pero no quieres hacer demasiado de eso, todavía tienes que dirigir un negocio".