Jaguar Land Rover
Jaguar Land Rover

Los Range Rovers, los costosos modelos de última tecnología de (JLR), cuentan con interiores llenos de cuero y madera. Dicha opulencia distrae la atención de la capacidad del vehículo como un todoterreno fuerte, capaz de subir la ladera de una montaña o ‘deslizarse’ por la parte más elegante de la ciudad. La capacidad de JLR para salir del lodo también está a punto de someterse a una importante prueba.

Después de una serie de pérdidas trimestrales, el 7 de febrero, JLR reveló otra, de £ 273 millones (US$ 351 millones) en el último período de tres meses. Además de eso, hubo una enorme reducción de activos, de £ 3,100 millones. Inmediatamente después, las acciones de su empresa matriz, , que es la rama de fabricación de automóviles del conglomerado indio, se derrumbaron un 18% y ahora han caído un 60% en el último año.

Para Tata Motors, JLR significa aproximadamente el 80% de sus ventas y todas sus ganancias. A pesar del golpe, Natarajan Chandrasekaran, presidente de Tata Group y de la división de automóviles, dice que su compañía está comprometida con JLR y está decidida a darle vuelta a la situación.

No sería la primera recuperación. Cuando Tata adquirió JLR de Ford en el 2008, estaba cerca de la bancarrota. Desde entonces, las ventas se han triplicado, a más de 600,000 automóviles al año en el 2017. Las ganancias se han acumulado. Pero Ralf Speth, un ex ejecutivo de BMW contratado para liderar JLR en el camino para alcanzar a sus rivales alemanes, puede que en los últimos años haya ido demasiado lejos, demasiado rápido. Impulsó la venta de 1 millón de autos al año para ayudar a distribuir los costos de desarrollo de tecnología futura.

JLR pisó el freno en el 2018. Los volúmenes de ventas cayeron un 5% en todo el mundo en los 12 meses anteriores a diciembre, después de caer en China a finales de año debido a que la desaceleración de la economía local alejó a los compradores y la relación de Jaguar con sus distribuidores en el país se deterioró.

La compañía ahora enfrenta una serie de problemas. Su mejor mercado sigue colapsando y depende de motores diésel cada vez más impopulares (que impulsan a la gran mayoría de sus automóviles en Europa). A eso sume la amenaza de los aranceles estadounidenses y un Brexit duro y el futuro próximo luce preocupante.

El Brexit y las guerras comerciales están fuera de las manos de JLR. Su gran apuesta por los motores diésel y su mal manejo de sus distribuidores chinos no lo estuvieron. Estos últimos tuvieron que vender autos asumiendo pérdidas para cumplir con rígidos objetivos de ventas, y desde entonces se han negado a seguir aumentando sus inventarios. Los problemas de JLR también le deben mucho a su exceso de ambición. Speth gastó libremente y los costos se han disparado.

Al buscar crecimiento, JLR gasta de forma excesiva haciendo demasiados modelos para un fabricante de automóviles de su tamaño. Los Range Rovers son populares y el Evoque ha sido un éxito inesperado, pero el nuevo Discovery y Velar han tenido un bajo rendimiento. Qué hacer con Jaguar es otro enigma. En el pasado reciente, es probable que la marca nunca haya obtenido un beneficio anual (Tata Motors no desglosa las cifras).

La decisión de Speth de invertir en carros de lujo, una parte cada vez menor del mercado donde los alemanes tienen un dominio absoluto, parece un costoso error. El XE y el XF nunca han tenido buenas ventas. El mismo Speth "puede que deba asumir la responsabilidad de lo que salió mal", dice Robin Zhu de Bernstein, una firma de investigación de capital.

Sin embargo, Tata sigue comprometida con la gerencia que llevó a JLR desde casi la quiebra a convertirse en la cuarta marca de automóviles de lujo más grande del mundo. Planea reducir costos en £ 2,500 millones en los próximos 18 meses y reducirá 4,500 empleos (alrededor de una décima parte de la fuerza laboral) por encima de los 1,500 recortes de empleo anunciados en el 2018. Eso debería hacer que su flujo de efectivo sea positivo para el 2020-21, según Tata.

La opinión del grupo indio de que JLR es un buen negocio que se recuperará, parece acertada. Es posible que Tata se haya lavado las manos de Corus, otra convaleciente adquisición británica, que puso al fabricante de acero en una empresa conjunta con ThyssenKrupp de Alemania el año pasado, pero considera que JLR es una apuesta importante en las nuevas tecnologías y, por lo tanto, en el futuro.

Puede que Jaguar tenga que replantearse el tipo de autos que fabrica, pero Range Rover se encuentra entre las marcas más rentables del negocio y los modelos actualizados que llegarán en los próximos años le darán un impulso a la empresa. Si puede pasar el próximo año, y luego concentrarse en SUV costosos, JLR debería retomar el camino.