La mayor recompensa será más innovación. Es cierto que el dinero no puede crear mentes brillantes, pero la provisión global de emprendedores no es fija y una abundancia de ideas sigue sin ser aprovechada.(Foto: Facebook)
La mayor recompensa será más innovación. Es cierto que el dinero no puede crear mentes brillantes, pero la provisión global de emprendedores no es fija y una abundancia de ideas sigue sin ser aprovechada.(Foto: Facebook)

Lenin creía que una pequeña vanguardia podía, con el poder de la voluntad, potenciar fuerzas históricas para transformar el funcionamiento del capitalismo global. Tenía razón, pero los revolucionarios no han sido barbudos bolcheviques sino unos cuantos miles de inversionistas, la mayoría basados en Silicon Valley, que manejan menos del 2% de los activos institucionales del mundo.