Tesla Inc. ha emitido mea culpas consecutivos en cuestión de días en China, mostrando deferencia a las autoridades gubernamentales en marcado contraste con los años de combatividad del director ejecutivo, Elon Musk, en Estados Unidos.
Poco después de que los medios estatales informaran el lunes que cinco reguladores chinos habían convocado a los representantes de Tesla debido a varios problemas de calidad y seguridad, la compañía se comprometió a cumplir estrictamente con las leyes y regulaciones chinas y fortalecer la gestión interna. La semana pasada, el fabricante de automóviles dijo que lamentaba que un miembro del personal culpara a la red nacional de dañar el vehículo eléctrico de un cliente.
Musk, de 49 años, ha sido mucho más confrontacional en casa. Cuando la Comisión de Bolsa y Valores lo demandó por sus tuits de 2018 que señalaban que tenía “fondos asegurados” para sacar a Tesla de la bolsa, Musk arremetió y la acusó de favorecer a los vendedores cortos y dijo que no respetaba a la agencia. El año pasado, Musk calificó de “fascista” las órdenes de confinamiento por el coronavirus que obligaron a Tesla a detener su planta de automóviles en California y amenazó con trasladar la compañía fuera de California, para luego reabrir la fábrica desafiando las órdenes del Gobierno local.
Aumento de importancia
El cambio en el tono puede ser un reflejo de la creciente importancia de China para la fortuna de Tesla. El fabricante del Model 3 generó el año pasado más ingresos fuera de EE.UU. por primera vez. La apertura de su fábrica en las afueras de Shanghái ayudó a duplicar con creces las ventas en el país. Las autoridades gubernamentales hicieron todo lo posible para ayudar a la compañía a reanudar el trabajo allí después de los cierres para contener el covid-19.
Tesla dijo el lunes que “acepta sinceramente las directrices del Gobierno y analiza profundamente los defectos de operación de la compañía”, en un comunicado enviado a través de WeChat. En respuesta a los problemas de calidad reportados por los consumidores, que incluyen aceleración anormal e incendios de baterías, el fabricante de automóviles comenzará una investigación sistemática y “ayudará de mejor manera al desarrollo saludable del mercado de vehículos de nueva energía de China”.
Los objetivos de Xi
La unidad local de Tesla se ha alineado explícitamente con el presidente, Xi Jinping, prometiendo a principios de este mes invertir más esfuerzos para ayudar a China a alcanzar las metas de emisiones de carbono y neutralidad de carbono. En octubre, un comunicado de prensa de la compañía en chino dijo que los planes de Tesla de exportar Model 3 fabricados en Shanghái a Europa “contribuiría a la nueva estructura de desarrollo de ‘doble circulación’ de China”, una referencia directa al proyecto de Xi para hacer que el país sea más autosuficiente y, por lo tanto, resistente a la presión occidental.
Aun así, Tesla ha tenido otros reveses recientes en China. En noviembre, una editorial de la agencia estatal de noticias Xinhua denominó a Tesla “irracional y arrogante” hacia los consumidores chinos cuando los culpó por tener que retirar del mercado unos 30,000 vehículos Model S y Model X importados.
Después de superar regularmente las ventas de vehículos eléctricos de China con el sedán Model 3, Tesla podría tener un crecimiento “explosivo” de las ventas en los próximos meses debido al aumento de la producción de su crossover Model Y de fabricación local, dijo el lunes el secretario general de la Asociación China de Automóviles de Pasajeros, Cui Dongshu. La compañía también se enfrentará a una competencia más dura de rivales locales como NIO Inc. y XPeng Inc., y de fabricantes de automóviles internacionales como Volkswagen AG.