Inicialmente cuando los centros comerciales abran, el público no irá en masas como lo hacía hasta antes del 16 de marzo. Algunos optarán por quedarse en casa. Por ello, lo que se viene en el mercado es un cambio de usos de los terrenos.
“Los terrenos están caros, por el COVID-19 ya no han seguido subiendo, pero lo que vamos a ver son más usos mixtos, tiene que haber una torre de vivienda encima de una torre comercial”, comentó Eduardo Herrera, gerente general de la consultora 7GI, en base al estudio “Covid & Real Estate, Redifinición de dinámicas del sector”.
Esto puede permitir al público que vive en los pisos superiores tener oferta de cines en los primeros niveles, o restaurantes y conveniencias. “Esa es la dinámica que se va a dar más en el país, porque si esto existiera de manera masiva, las personas ahora podrán ir a ciertas tiendas sin necesidad de trasladarse a grandes distancias”, mencionó.
Lo que hay ahora son locales muy pequeños, agrega, que casi terminan teniendo vocación de tienda de conveniencia. “Es porque el espacio no se diseña de manera adecuada, e impide albergar un restaurante abajo, o se complica porque los usos del terreno no permiten temas comerciales, lo que radica en las municipalidades”, agregó.
La idea es que las personas se desplacen menos, sostiene Herrera. Y considera que esta situación va a cambiar. “Algunos municipios como Miraflores están a la vanguardia, y comprenden que lo que tiene que darse en la ciudad son clúster urbanos, el barrio tiene que regresar, ya son más de 90 días encerrados en casa y hemos manejado una dinámica de trabajo en casa y de desplazarnos en el distrito”, sostiene Herrera.
Por ello, tener todo cerca es parte del futuro en Lima, pero esto va de la mano con permisos municipales más flexibles. “A su vez genera más ingreso para las comunas al no tener que desplazarse y comprar o comer en otro distrito”, refiere.
Asimismo, en el caso de las oficinas, aunque muchos están laborando en casa, Herrera considera que esto no es el fin de estos recintos.
“Van a volver, con otros protocolos y conceptos como el caso de Wework que apelaban a la densificación de las oficinas, con 6 m2 por cada persona, cuando lo normal son 12 o 15 m2, pero que a su vez esa propuesta lo hacía exitoso, y estamos ante una propuesta desafiante, siendo más difícil el hacinamiento en oficinas”, indicó.
Además, el experto considera que la dinámica de los inmuebles va a cambiar. Si antes se hablaba de edificios sostenibles, con un adecuado manejo del agua, ahora se buscará el tratamiento del aire, yendo hacia un concepto de edificio saludable.
Centro comerciales
Otro punto que se trata en el informe de la redefinición del sector en esta etapa COVID-19, es la mejor opción para los locatarios en tiempos de crisis. Con dos campañas perdidas (Día de la Madre y Día del Padre), los meses que vienen son complicados.
“Un 30% a 40% de la venta del año ya la perdieron y encima pueden perder Fiestas Patrias y no pueden seguir y al no funcionar, van a devolver espacios”, sostuvo.
Así, los malls serán el termómetro de lo que pasa en la economía, y será julio el mes determinante para ello que traería un fenómeno de mayor tasa de vacancia.
Esto genera menos ingresos a los malls, con una cuarta parte de los ingresos perdidos pero manteniendo gastos operativos e incrementando medidas de sanidad que comprende mucho margen. “Otros malls invertirán más al tener áreas comunes mayores, y no solo en señalización sino en muchos elementos como tecnología, para el reconocimiento de fiebre u otro tipo de medidas”, indicó Herrera.
En el caso de las tiendas por departamento, las mayores ofertas en el e-commerce nos revelan que si bien venden el desempeño no es el mismo. “El e-commerce a nivel de pedidos se ha triplicado por día, pero es comercio electrónico, había mucha conversión en tienda, y eso implicará un año de muchas campañas digitales para salir del stock pero no con mucha ganancia”, acotó.