Christian Lengua
Tempo, escuela de música con diez años en el mercado, se prepara para el ciclo verano, donde dictarán cursos para niños, jóvenes y adultos. Mientras que en años anteriores el crecimiento era de 40%, este año que pasaron a la virtualización se espera un incremento de 20% con respecto al actual alumnado del ciclo regular que supera los 340.
Sin saber lo que se venía, la escuela contrató en enero pasado un aula virtual, pensando en facilitar el proceso con sus alumnos. Cuando llegó la pandemia, les permitió tener esta herramienta para las clases remotas. En abril empezaron clases con menos estudiantes de lo previsto (80), pero se fueron recuperando mes a mes hasta superar los 300.
La virtualidad les permite tener estudiantes de distintas localidades. Del total de alumnos, el 15% se encuentra fuera de Lima, el resto están en el interior del país y el extranjero. En el local que tenían en La Molina asistían muchos hijos de delegados y funcionarios internacionales (Austria, Francia, Corea, Colombia y Mozambique). Al volver a sus países por el COVID-19, decidieron seguir con sus clases online.
La escuela tiene tres programas: el de iniciación musical, de 5 a 12 años; el programa integral de música, para chicos de 13 años a más; y el programa de formación musical dirigido a jóvenes que hayan terminado el colegio. Este último tiene tres niveles (básico, intermedio y avanzado), con tres años de duración.
Esta formación permite a muchos chicos postular a la carrera de música considerando que además de la Universidad Nacional de Música (ex Conservatorio Nacional), ahora existen universidades que dictan la carrera de música como USIL, USMP, PUCP y UPC. En los 10 años de existencia, ya son 260 los alumnos que han ingresado a estas facultades.
“Llevamos cinco años con alumnos en el primer lugar de la PUCP. Muchos también han ingresado al Conservatorio, donde el examen de admisión es anual y por cada 100 postulantes solo entran uno o dos. Nuestra propuesta les permite ingresar a la universidad con un buen nivel”, explicó Rafael Reyes, director académico de Tempo.
Del universo de alumnos, actualmente unos 20 se preparan para ingresar a universidades peruanas y también del extranjero. Contrario a lo que se pensaba hace unos años, cada vez son más alumnos que optan por esta carrera. El campo laboral incluye posiciones en producción musical, composición, dirección de orquesta, musicología, etc.
Presencialidad
En la educación musical la cercanía es muy importante. Si bien en Tempo han resuelto la situación para dar clases online, también están a la espera del regreso a las aulas. De sus dos locales, en Surco y La Molina, solo el primero sigue abierto.
“En enero y febrero va a ser el ciclo de verano online. Y para marzo estamos evaluando aún cómo va a ser el siguiente ciclo. Estamos viendo si regresamos de a pocos, o volvemos para el ciclo 2021-II. Va a depender del Ministerio de Salud que ponga una fecha de reapertura”, refirió Gaudy Valdivia, directora administrativa de la escuela.
En el futuro imaginan un modelo de educación híbrida, donde se combinen las clases presenciales con las virtuales.
A nombre de la nación
Tempo se constituye como una asociación cultural donde están la escuela de música y los elencos artísticos. Estos elencos trabajan con cinco grupos (coro polifónico, banda sinfónica, orquesta, big band, y concert band), y acoge a personas de bajos recursos. Normalmente, tenían conciertos agendados todos los fines de semana antes de la pandemia.
A mediano o largo plazo tienen como meta alcanzar el rango de instituto de música, certificado por el Ministerio de Educación. Sin descuidar la propuesta de enseñanza desde el colegio.
La filosofía de Tempo es no negar la música a nadie, por esta razón, cuando empezaron en el 2010 se enfocaron en los jóvenes, y lo extendieron a niños y adultos mayores (tienen un alumno de 75 años).
“Uno de los pilares de la asociación es la diversidad. Tenemos alumnos con autismo, Asperger y discapacidad visual. Lo que hacemos en esos casos es adaptar el material físico, para que el alumno pueda estudiar sin problemas”, sostuvo Reyes. También brindan soporte emocional a los alumnos a través del departamento psicopedagógico.