Telefónica SA podría buscar atraer inversores para su unidad de cables submarinos y retener un participación, en lugar de vender la totalidad, como es esperado.
La empresa española ha estado trabajando con asesores para evaluar el interés de posibles compradores. Esperaba valuar la transacción en unos 2,000 millones de euros (US$ 2,400 millones), según informaron los medios el año pasado.
En cambio, la empresa ahora podría realizar una venta parcial y luego incorporar el activo a una división de infraestructura independiente que creó en el 2019, dijo en una entrevista el consejero delgado de Telefónica, Ángel Vilá.
Telefónica quiere que la nueva división funcione “como cualquier fondo de inversión en infraestructura”, señaló Vilá. En la actualidad, contiene la red de banda ancha de fibra óptica de Telefónica en Alemania y está avanzando con una empresa conjunta de fibra en Brasil y una joint venture para operar data centers.
Una inyección de nuevas inversiones en activos de infraestructura podría aumentar el valor de los activos y levantar fondos para reducir la deuda de 35,000 millones de euros (US$ 42,000 millones) de Telefónica. Es parte de un impulso más amplio de las compañías de telecomunicaciones europeas para mostrar a los inversionistas lo que vale la infraestructura que sustenta sus negocios y aumentar los rendimientos.
Telefónica enfrenta una intensa competencia y años de bajo desempeño de sus acciones. El presidente ejecutivo, José María Álvarez-Pallete, demostró que está listo para tomar medidas más radicales para reducir el endeudamiento cuando en enero acordó vender la mayoría de las torres de comunicación inalámbrica de Telefónica a American Tower Corp. por 7,000 millones de euros.
La nueva división de infraestructura, que ha mantenido algunas torres en el Reino Unido y América Latina, planea enfocarse en nuevos proyectos de infraestructura en lugar de licitar activos existentes en competencia con otros fondos, dijo Vilá.
Es un enfoque diferente al de su rival más grande Deutsche Telekom AG, que creó una empresa conjunta con el operador de torres independiente Cellnex Telecom SA y está listo para competir por activos con el objetivo de lograr un retorno total de la inversión de entre 10% y 15%.
Vilá dijo que Telefónica no apunta a una medida específica de rentabilidad para toda su división de infraestructura, sino que buscará diferentes tasas de retorno en función del tipo de activo y la geografía. Es poco probable que busque un socio de inversión para la división, mientras que buscará inversionistas en cada proyecto específico.
“Un socio para la unidad puede no ser la mejor manera de optimizar el valor. Cuando tienes diferentes tipos de activos, tienes diferentes múltiplos”, señaló. La combinación de múltiplos significa que uno tiende a obtener valoraciones más bajas para ciertos activos, dijo.