Grupo de Inversiones Suramericana se resiste a tasas que han tocado fondo y a una abundante liquidez en los mercados internacionales de bonos.
El conglomerado financiero con sede en Colombia tiene suficiente efectivo para reducir sus niveles de deuda y pagará US$300 millones de bonos en dólares con vencimiento en mayo con las ganancias de la venta de una deuda denominada en pesos del año pasado, dijo el director financiero, Ricardo Jaramillo.
“Nosotros venimos en un proceso de desapalancamiento después de una fase de expansión que tuvimos en los años pasados. Nuestro objetivo era terminar el año con el financiamiento y todo el flujo de caja del 2021 muy definido”.
La estrategia de la compañía es contraria a la tendencia en toda la región, donde las compañías recurrieron a los mercados de bonos y han asumido más deuda para cubrir los costos asociados con el covid-19. Los niveles de deuda corporativa aumentaron a su máximo desde 2016, según la proporción promedio deuda-ebitda del índice MSCI de mercados emergentes de América Latina, una medida clave del endeudamiento.
Sura, que opera en banca, ahorro de pensiones y seguros en América Latina, está en proceso de reducir su deuda general de cerca de US$1,300 millones actualmente a aproximadamente US$1,000 millones, dijo Jaramillo. La compañía no tiene planes de regresar a los mercados de bonos en el corto plazo.
En agosto, vendió 1 billón de pesos (cerca de US$270 millones en ese entonces) en bonos en Colombia, incluidos bonos a 20 años vinculados al IPC más 378 puntos básicos, que según Jaramillo eran “unas tasas muy positivas”. Los bonos en dólares con vencimiento en mayo cotizan en aproximadamente 101 centavos por dólar, según datos de Trace.
La venta del bono en pesos se programó para adelantarse a cualquier riesgo adicional relacionado con el coronavirus y la posible rebaja de la calificación de grado de inversión del Gobierno colombiano, junto con otros países de la región en la que opera, agregó Jaramillo.
Hay mucha incertidumbre por delante, incluidas posibles rebajas de calificación de la deuda soberana, las próximas elecciones presidenciales en Ecuador, Perú y Chile, preguntas sobre el despliegue de vacunas y posibles reformas sociales en la región. No obstante, Jaramillo dijo que el impacto se minimizará por el sólido desempeño de sus inversiones, una liquidez suficiente y una cartera diversificada en varios países.
Repercusiones pandémicas
Grupo Sura sí ha sentido las repercusiones financieras de la pandemia. El ingreso neto cayó 72% en los tres meses que terminaron en septiembre, en comparación con el mismo período del año anterior, liderado por caídas en algunas de sus compañías más grandes, entre ellas Bancolombia SA, el banco más grande de Colombia. Algunos de sus segmentos mostraron crecimiento, incluida la procesadora de alimentos Grupo Nutresa SA, que registró una ganancia de 8% durante el período, según documentos presentados.
Las acciones de Sura han bajado 8% este año, en comparación con una caída de 5,2% del índice de referencia Colcap de Colombia.
Tras la recesión, Jaramillo considera que 2021 es un año de transición en el que el proceso de vacunación permitirá a los Gobiernos levantar las restricciones y volver lentamente a la normalidad.
“Eso nos va a permitir movernos hacia un 2022 donde vamos a poder observar ya unos resultados más similares a los resultados que tenían las compañías prepandemia”, dijo.