Durante la cuarentena, las tiendas de abarrotes y supermercados en Perú reportaron una pico en la demanda. Fitch estimó en abril que los ingresos durante ese periodo podrían registrar aumentos históricos de entre 20% y 30%.
En opinión de Juliana García, gerente general de Jungheinrich Perú, dado que las personas ahora cocinan y pasan más tiempo en casa, la demanda en supermercados podría mantenerse por encima del promedio. Ello también ha obligado a estos negocios a modificar sus capacidades.
Jungheinrich es una compañía alemana que se dedica a las soluciones logísticas. Además de vender y alquilar montacargas, también desarrolla proyectos para el acondicionamiento de almacenes que abarcan desde el abastecimiento de maquinaria hasta la instalación de racks y rampas niveladoras. Entre sus clientes están Cencosud, Intercorp (Inkafarma y Supermercados Peruanos), Tottus, Saga Falabella, Ransa, Alicorp, Molitalia, Divemotor, entre otros.
“En el rubro de supermercados, hemos tenido mayor demanda de alquiler de equipos. Además, con algunos estamos llevando a cabo proyectos de racks pues quieren ampliar sus almacenes”, explica García.
Agrega que estas empresas ahora buscarán contar con más artículos en stock en sus tiendas, por lo que quieren contar con almacenes más grandes y así evitar viajes continuos desde los centros de distribución para traer mercadería.
Además, Garcia comenta que Jungheinrich cuenta con clientes del rubro de alimentos y bebidas y del negocio agrícola que, a pesar de la contracción económica, continuarán con sus proyectos logísticos, "Son sectores que no se detuvieron durante la cuarentena y que seguimos atendiendo", afirma.
De otro lado, hay otros clientes, como los del sector construcción o tiendas departamentales, que han pospuesto sus inversiones en proyectos para el 2021.
En los últimos años, Jungheinrich ha desarrollado 25 proyectos logísticos. García precisa que los más grandes y complejos pueden demandar 50 máquinas y hasta 30,000 posiciones de racks, mientras que los pequeños necesitan cinco máquinas y solo 10,000 posiciones de racks.
Durante el periodo de cuarentena, la compañía alemana vio una reducción de 30% en sus ingresos. Se trata de una caída menor a la observada en otros sectores, pues continuaron atendiendo a empresas consideradas esenciales.
Tendencia
Los almacenes también tienen que adaptarse las condiciones impuestas por el COVID-19 y, como ocurre en otros giros de negocio, el logístico también se transformará.
“Ahora los clientes buscan más tecnología”, comenta García. Procesos como el almacenamiento y el embalaje pueden automatizarse. “Los montacargas también, y ya no tendrían que ser conducidos por personas”, agrega. Esto ya se ve en países de Europa donde opera Jungheinrich. La adaptación e implementación de esta tecnología puede tomar por lo menos un año.