Bloomberg.- En momentos en que la experimenta la más prolongada declinación en décadas, hay un sector que está creciendo: los relojes antiguos, o "vintage", raros.

Un cronógrafo Patek Philippe de acero inoxidable – uno de cuatro conocidos – será subastado por Phillips, casa que se ha forjado su reputación por rematar los relojes más inusuales, y que estima que el modelo vale más de US$ 3 millones. La firma de bajo perfil pone en marcha la subasta de otoño (boreal) en Ginebra el 12 de noviembre y espera vender alrededor de 100 millones de francos suizos (US$ 102 millones) en relojes este año.

"Para las piezas antiguas de más calidad que datan del siglo pasado, el mercado está en alza", dijo Aurel Bacs, quien encabezará la venta: "Otras casas de subastas, o quienes se han centrado en grandes volúmenes en relojes contemporáneos no demasiado especiales y no demasiado raros, probablemente están teniendo pérdidas en sintonía y paralelo con lo que leemos en la prensa sobre la industria relojera de Suiza".

Debido a su escasez, los relojes suizos vintage están protegidos de una baja en la demanda que ha afectado a la industria moderna, que en los últimos años ha producido entre 20 y 30 millones de relojes anualmente. El foco de Phillips exclusivamente en los lotes más inusuales le da una ventaja sobre rivales más grandes como y . Con una estimación total de 23.9 millones de francos suizos, la venta de Phillips opaca la suma de las ventas de sus dos principales rivales.

'No somos enemigos'Esta sería la primera vez que Phillips, firma de 220 años de antigüedad, eclipsa a y en el mundo de los relojes. En 2014, la casa de subastas con sedes en Nueva York y en Londres, contrató a Bacs después de que éste pasó dos décadas al frente de las tres principales casas de subastas especializadas en relojes. En dos años, Phillips desplazó a sus grandes rivales en los mercados relojeros de Ginebra y Hong Kong. Christie's y Sotheby's se negaron a hacer declaraciones.

"No somos enemigos", dijo Bacs, de 45 años, en una entrevista en su oficina, ubicada en una pequeña isla en medio del río Ródano en Ginebra. "Sólo tenemos un plan de negocio diferente".

Phillips compensa en volumen al vender más en términos de valor. Su venta está formada por menos de 200 lotes, mientras que y venden más de 300 piezas cada una.

Se estima que el lote principal en la subasta de en Ginebra se venderá en US$ 1.5 millones, en tanto que la pieza más cara de saldrá por US$ 410,000.

Leve descenso"Los relojes contemporáneos se venden a un poco menos del precio al que se vendían hace un año", dijo Bacs. "Hubo una leve declinación del lado de los usados para relojes fabricados en los últimos cinco a 15 años".

En las últimas dos décadas, Phillips ha pugnado por encontrar su nicho en medio de tres cambios de propietario. Mercury Group, inversor ruso en negocios de lujo, la compró en 2013.

Con un foco más concentrado, Bacs dijo que Phillips puede dedicar más tiempo a la búsqueda de piezas excepcionales, a reunirse con clientes y a investigar. Los coleccionistas estadounidenses de relojes le han pedido que haga subastas en Nueva York, aunque hasta ahora Bacs se ha negado porque no tiene el volumen suficiente que las justifique.

"No queremos vender más relojes", dijo Bacs. "Ambicionamos ser la primera opción".