Boom Supersonic, la compañía que sueña con desarrollar un avión comercial supersónico medio siglo después del Concorde, anunció que ya recaudó US$ 100 millones.

La operación eleva la financiación total de la compañía a US$ 141 millones, dijo el grupo en un comunicado. Varios fondos de inversión, junto con los grupos tecnológicos Google, Airbnb y Dropbox, están apoyando la puesta en marcha, que será en Denver, Colorado.

Esto le permite a la firma avanzar en el desarrollo de su avión supersónico llamado "Overture", que debería volar a Mach 2.2, o sea, más del doble de la velocidad del sonido, para transportar a 55 pasajeros.

Será el "primer avión supersónico económicamente viable en el mundo", promete el fundador de la compañía y exempleado de Amazon, Blake Scholl, en referencia al Concorde, puesto en servicio en 1969.

Ese avión ya estaba por ser retirado y tuvo un accidente en el 2000, cuando una nave se estrelló poco después de despegar de París, matando a 113 personas.

Sin embargo, algunos analistas se muestran escépticos ante los intentos de reactivar vuelos supersónicos, debido a los altos costos, el ruido que generan y la capacidad limitada de los pasajeros.

Blake se compromete a "hacer que el vuelo a alta velocidad sea accesible para todos", refiriéndose al uso de tecnologías que permitirán que la aeronave permanezca en silencio durante el despegue y el aterrizaje, e integre combustibles más limpios. El primer vuelo de un prototipo está programado para este año.