(Reuters).- El sindicato de Escondida en , el mayor yacimiento mundial de cobre, rechazó el sábado volver a una mesa de negociación para poner fin a una huelga mientras la empresa no aclare algunos puntos clave solicitados por los manifestantes, dijo a Reuters el portavoz del gremio, Carlos Allendes.

La minera controlada por dijo en la víspera que había invitado al poderoso sindicato a retomar conversaciones en un nuevo acercamiento para intentar poner fin a la paralización de un mes.

"En esa invitación que nos hace la compañía no da cuenta y no se hace cargo de los tres puntos que hemos solicitado. Es muy ambigua", comentó Allendes.

El dirigente sindical explicó que enviaron una respuesta a la firma instándola a dejar claro que cumplirá con los puntos solicitados.

"En esas condiciones no (nos reuniremos). Esperamos una respuesta pronto y depende de ellos como nos respondan", agregó.

Las posiciones entre la empresa y el gremio han permanecido alejadas desde el inicio de las negociaciones, lo que se ha profundizado con acusaciones cruzadas durante el transcurso de la huelga.

El sindicato de más de 2.500 socios insisten en que para retomar el diálogo la compañía debe respetar el sistema de descansos y no establecer diferencias de beneficios entre los trabajadores nuevos y antiguos.

Escondida dijo en la víspera que tiene lista una nueva propuesta de contrato para presentar a los trabajadores.

La empresa ha detenido su producción y sus envíos, lo que ha impulsado el precio del cobre y empieza a golpear a la economía local, además de atizar los temores sobre la oferta.

BHP posee el 57,5 por ciento de Escondida, que produjo poco más de un millón de toneladas en 2016. Además, participan Rio Tinto y un grupo de empresas japonesas, entre las que se cuenta la gigante Mitsubishi Corp.