Redacción Gestión

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Francfort (Reuters).- El referente industrial alemán asumió una postura más pesimista sobre el resto del año, en momentos en que la demanda de la industria y los cargos proyectados pesan sobre las ganancias trimestrales.

Siemens, que fabrica productos que van desde trenes de alta velocidad y turbinas de gas hasta aparatos auditivos, está fuertemente expuesta a la demanda industrial mundial y ha sido golpeada por una caída de la inversión debido a la desaceleración económica global.

Estudios publicados el mes pasado ya había avivado la preocupación de que la economía mundial está perdiendo fuerza, con el crecimiento en las fábricas chinas ralentizándose, lo que refleja la débil demanda de una frágil economía estadounidense y la zona euro sumida en la recesión.

El grupo de ingeniería dijo hoy que ahora espera que la ganancia neta de sus operaciones en curso alcance el extremo inferior de su rango proyectado de entre 4,500 millones de euros (5,900 millones de dólares) y 5,000 millones de euros en el año en curso.

Los analistas en un sondeo de Reuters habían pronosticado en promedio que la utilidad del grupo en el año financiero hasta septiembre declinaría a 4,840 millones de euros desde 5,180 millones de euros el año pasado, en parte debido a un golpe de 1,000 de euros por su programa de reducción de costos.

El presidente ejecutivo de Siemens, Peter Loescher, ha sido criticado por ser demasiado lento para reaccionar al bajón en la economía mundial y ahora está luchando para lograr que la empresa se recupere para competir con rivales como General Electric Co.

Dejó en suspenso un plan para aumentar las ventas anuales en alrededor de un tercio a 100,000 millones de euros y a fines del año pasado lanzó una iniciativa para ahorrar 6,000 millones de euros en dos años.

Siemens aspira a elevar el margen de su ganancia operativa estructural al menos a un 12 por ciento desde un 9,5 por ciento el año pasado por la reducción de costos y concentrándose en sus negocios más rentables.

En comparación, GE reportó un margen operativo del 15.1 por ciento el año pasado y tiene como objetivo impulsar aún más la rentabilidad este año.

La suiza ABB Ltd, un importante competidor para Siemens en cuanto a sistemas de energía y automatización de la industria, registró un margen del 15 por ciento en su primer trimestre fiscal.

En su segundo trimestre a marzo, Siemens vio reducirse su margen a un 7.5 por ciento desde un 9.9 por ciento, ante el desvanecimiento de la demanda para la automatización de la industria, un sector de altos márgenes, y de productos impulsados por la tecnología.

Los ingresos trimestrales cayeron en un 7 por ciento, más que lo esperado, por débiles ventas de la industria, y el beneficio neto se estancó.

Y pese a que los pedidos industriales de Alemania y China fueron particularmente débiles en el segundo trimestre, las órdenes de grupos, un indicador de las ventas futuras, volvieron a crecer tras seis trimestres de declives. Los pedidos treparon el 20 por ciento, a 21,450 millones de euros, superando un consenso de 18,920 millones, gracias a importantes órdenes de Europa y América.