tuvo un año lo suficientemente bueno en el 2018 para duplicar el salario de su máximo ejecutivo, pero una serie de riesgos para el negocio, muchos de ellos difíciles de cuantificar, nublan las perspectivas para los gerentes.

El máximo responsable de la empresa, Ben van Beurden, recibió 19.8 millones de euros (US$ 22.4 millones) en remuneración directa el año pasado, un incremento del 131% con respecto al 2017.

El aumento fue el resultado del plan de incentivos a largo plazo de Shell, que tomó en cuenta el creciente flujo de caja de la compañía y los beneficios acumulados de la compra de BG Group en el 2016. Esto contrarrestó parte de la caída del grupo en bolsa.

Si bien el paquete de remuneración del máximo responsable sugiere que la compañía está disfrutando una época dorada, las mentes de los miembros de la junta y los gerentes están en otros asuntos.

Una carta del presidente Chad Holliday, publicada en el informe anual de Shell el jueves, apunta a una erosión de la confianza del público y de los inversores en medio de la creciente preocupación por el cambio climático y por el polémico trabajo de Shell en Nigeria.

"Nuestro trabajo actual para proporcionar más energía y más limpia debería fomentar el reconocimiento de las contribuciones positivas que Shell puede hacer a la sociedad", dijo. "Pero nuestro éxito para alcanzar estos objetivos dependerá en gran medida de si la sociedad confía en nosotros".

Para abordar algunas de esas preocupaciones, la compañía ha introducido objetivos climáticos a corto plazo vinculados a la remuneración de los ejecutivos, a partir de este año. Inicialmente, Shell quiere reducir su huella de carbono neta entre 2% y 3% para el 2021, frente a los niveles del 2016. La formación de gerentes también incluye ahora "talleres de liderazgo ético".

La desconfianza hacia la compañía ha aumentado por sus actividades en Nigeria, donde un pago del 2011 para resolver disputas por una licencia de petróleo ha resultado en un juicio penal y demandas en varias jurisdicciones. Su historial de seguridad también ha sido objeto de escrutinio.

Los inversores han cuestionado a Shell por un accidente en Pakistán en 2017, donde un camión cisterna de un contratista de Shell volcó, incendiándose y matando a más de 200 personas. A consecuencia del desastre -que Shell dijo que estaba fuera de su control- un prominente grupo asesor de inversores instó a los accionistas a rechazar el paquete salarial del responsable. El paquete fue respaldado en última instancia por el 75% de los inversores.

"La remuneración de Ben van Beurden es el resultado de un rendimiento excepcional de tres años", dijo Shell en un comunicado enviado por correo electrónico. “Shell es la empresa que más dividendos paga del mundo, por lo que muchos millones se benefician de su fuerte liderazgo. También ha liderado la industria en tomar medidas sobre el cambio climático".

La junta general anual de la compañía tendrá lugar el 21 de mayo en