San Fernando ingresa al mercado de abonos con Mallki, producto obtenido por la degradación controlada de los residuos orgánicos de su actividad pecuaria. La empresa es el mayor productora de carne de aves del Perú y ahora, la mayor ofertante de abonos orgánicos.
Mallki ha supuesto la construcción y entrada en funcionamiento de una nueva planta de abonos de San Fernando (situada a 132 kilómetros al Norte de Lima). Con un tamaño de 22 hectáreas, se trata de la más moderna del Perú y es capaz de producir 100,000 toneladas de Mallki al año.
Hasta ahora, el guano de las granjas no se comercializaba. Con una inversión en activos de un millón y medio de dólares, el Área de Investigación y Desarrollo de San Fernando viene trabajando en este proyecto desde abril de 2009. La firma prevé unas ventas superiores a los 3 millones de dólares durante su primer año de vida.
El mercado de abonos orgánicos en el Perú alcanza los US¢ 200 millones al año y se estima que su demanda es de 8.6 millones de toneladas al año. Además, se proyecta que la agroexportación peruana, un sector en continuo crecimiento, superará los US$ 10 billones en el 2020.
Mallki se comercializará en dos variantes de producto: abono o mejorador de suelo y fertilizante orgánico. Su venta está planificada tanto a nivel nacional como para su exportación a Ecuador y Colombia, países que importan abonos orgánicos para su agricultura de agroexportación.
Su precio es de S/. 10 por bolsa de 25 kilos. Disminuye el gasto de plaguicidas y de agua; y mejora los niveles de absorción de los fertilizantes.
En palabras de Juan Pablo Klingenberger, gerente de Marketing de San Fernando, "es un producto de gran pureza, estabilizado, de alta higiene, con las propiedades físicas y químicas apropiadas, retentor de agua, libre de impurezas y organismos patógenos, y estructurador de suelo".
Christian Villavicencio, gerente de Investigación y Desarrollo de Nuevos Mercados de San Fernando, afirmó que el nuevo producto "ofrece múltiples soluciones al agroexportador: reduce el consumo de agua, mejora la productividad y minimiza las pérdidas ocasionadas por impurezas".
Mallki representa además un paso importante en la política medioambiental de San Fernando y su preocupación por los suelos agrícolas, pues supone el aprovechamiento de todo el ciclo de vida de sus productos pecuarios.