Hacia fines de abril, la cevichería La Mar cumplió 15 años de inaugurada. La marca, que es parte de Acurio Restaurantes, abrió su sétimo local en Doha (capital de Catar) en el 2018, y si bien tuvo un tropiezo en Nueva York por el año 2013, según José Carpena, gerente del restaurante, nació “bendecida”.
Sin embargo, ante la pandemia por el Covid-19 se detuvo toda la operación, por lo que ya piensan en adecuarse a los nuevos tiempos.
Así, han optado por un plan versátil. De hecho, solicitaron a la Municipalidad de Miraflores, como parte del Plan de Reactivación Económica de la comuna, ampliar su giro hasta por un año –sin pago y sin perder su licencia original– para operar como minimarket y pescadería. “Falta poco para que aprueben la solicitud, pero no hemos montado una pescadería”, dijo a este diario Carpena.
La estrategia consiste en activar una pescadería virtual y, en función a cómo se desarrolle la reactivación de restaurantes, pensar en un espacio físico destinado a ello ya que “invertir para dos meses no es viable”, señaló.
Esta medida se activaría dos semanas después de la habilitación del delivery. Pescado fresco, salsas, kits de parrillas, entre otros, conformarán la venta virtual inicial.
Delivery
Por ahora, la primera fase va a enfocarse en el delivery, para lo cual van a hacer uso del e-commerce vía una app, pagos link, redes sociales y WhatsApp Business.
La propuesta se basa en cuatro ejes: la carta, el bar, la pescadería y ‘La Mar Fiesta’, que consiste en ayudar a replicar la experiencia –incluso la música– ya producida del restaurante a la casa del cliente.
“Con la pescadería también pensamos hacer kits con insumos para cocinar. Aunque cuando la situación esté menos tensa podríamos ofrecer un servicio parecido a catering, pero que se termina de cocinar en la casa del cliente. Son planes que se verán paso a paso”, explicó Carpena.
Para ello van a disponer del personal que no tiene restricciones y cuenta con alguna movilidad. Unas 120 personas, de las 1,700 de Acurio Restaurantes, ejecutarían el reparto. Si bien reconoce que no son especialistas en delivery, afirma que lo irán perfeccionando.
“Si uno paga por una comida o bebida, el servicio es mucho más amplio que eso, por lo que no podemos cobrar lo mismo. Necesitamos mayores ingresos, pero sacrificamos márgenes para que la propuesta sea más asequible y, a partir de ahí, construir experiencias”, expresó Carpena.
En un escenario bastante ideal, apuntan a que el delivery cubra hasta el 20% o 30% de las ventas. Si bien por ahora han renegociado alquileres y están buscando generar eficiencias para sobrevivir, ya estiman que en equipos de protección personal para el delivery destinarán hasta un 2% de la facturación bruta.
“A partir de lanzado el delivery, calculo que en 30 días tendremos todo este plan activo, aunque con una oferta acotada. Todo depende de cómo responda la demanda ya que competiremos con todos los restaurantes a la vez”, finalizó.