Fabricación de componentes de iPhone. (Foto: Bloomberg)
Fabricación de componentes de iPhone. (Foto: Bloomberg)

Se sabe que la situación es nefasta si las acciones de una compañía repuntan después de que confirma planes para diluir a los accionistas.

Japan Display Inc. (JDI), fabricante de pantallas para iPhone y otros dispositivos, repuntó hasta 14% el lunes. El catalizador fue una breve declaración de la compañía en la que indicaba que su objetivo era celebrar acuerdos esta semana para recaudar más de 100,000 millones de yen (US$ 990 millones), entre ellos 80,000 millones de yen de partes externas a través de la emisión de acciones y bonos.

El hecho de que el valor de mercado de la compañía sea apenas de 66,000 millones de yen (era cuatro veces mayor en el 2015) demuestra la dimensión de esta refinanciación de rescate. Aunque los inversionistas lo vean con buenos ojos, es una decisión que no soluciona los problemas fundamentales de JDI, que ha sufrido cinco años de pérdidas.

Las acciones ya habían repuntado en diciembre tras los informes sobre un grupo de compañías chinas que estaban en negociaciones para la compra de una tercera parte del fabricante de pantallas digitales. Los medios japoneses informaron en el fin de semana que seguramente se cerraría la inversión de un consorcio Taiwán-China esta semana, lo que generó la declaración de JDI y el repunte de alivio.

Los detalles aún se deben pulir, pero es seguro que se diluirá la participación de los accionistas actuales. Sin embargo, no les interesa porque este resultado es mejor que la muerte.

Infortunadamente, aún estamos a oscuras sobre lo que JDI -que fue creada en el 2012 con la combinación de las operaciones LCD de Toshiba Corp., Hitachi Ltd. y Sony Corp.- tiene contemplado hacer una vez cuente con la nueva financiación. En febrero, argumenté que necesita tanto un cambio de liderazgo como el dinero.

La compañía está lidiando con un exceso de suministro, una demanda más baja de iPhones, dificultades macroeconómicas y una tecnología rezagada por haberse quedado atrás en la tecnología OLED -la tecnología que utiliza Apple Inc. actualmente en sus teléfonos inteligentes.

Si la inminente dilución consuela a los inversionistas, es un indicio de que ya no tienen esperanzas.

Por Tim Culpan

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