A inicios de mayo, el e-commerce se reactivó y casi a fines de junio hicieron lo propio los centros comerciales, con el fin de poner a andar las ventas del sector retail lo más antes posible, tras meses de cierre. Sin embargo, la perspectiva de recuperación podría dilatarse.
“En un panorama precovid ya se tenía una disminución sostenida de las ventas; en el 2019 se avanzó un 2% a 3%. Este año tendremos una caída cercana al 9% y el rebote para 2021 nos presenta un incremento de entre 4% y 5% en el sector”, indicó Diego Macera, gerente general del Instituto Peruano de Economía (IPE), con base en cifras de Euromonitor International.
En esa línea, estimó que a fines del 2022 o inicios del 2023 recién se retornará al nivel de ventas promedio que se tenía antes del covid.
Esta demora se debe principalmente a un consumo contraído, producto de la falta de empleo. Según datos de IPE, casi la mitad de la población económicamente activa (PEA) empleada se ha quedado sin ingresos al haberse quedado sin trabajo.
Se ve además, continuó el experto, en la contracción de los créditos de consumo y se ha elevado la reprogramación de deudas. “Existe una probabilidad de que esos créditos de consumo puedan transformarse en morosidad y todo dependerá de cómo vaya el empleo”, sostuvo.
Cambios en consumo
En este nuevo contexto, algunas categorías han ganado participación en desmedro de otras. “Al abrir las tiendas, las marcas se enfrentaron a una nueva situación, el no tener demanda porque la gente no compra, y eso pasa en el 95% de todos los sectores, no solo en el retail”, dijo Macera.
Es así que la demanda se ha reenfocado. Con base en data de Produce se observa cómo la categoría de vestimenta, que en etapa precovid era el 20% de las ventas totales, se reduce a 3%. “Esos 17 puntos han pasado al incremento en gasto de alimentos íntegramente”, acotó durante su presentación en el 17ª Congreso Internacional de Retail, organizado por Seminarium.
Qué pensar hacia el futuro
Bajo este panorama, Juan José Calle, presidente de la Asociación de Centros Comerciales y de Entretenimiento del Perú (ACCEP), consideró que la pandemia no ha traído nuevas tendencias, sino que se ha acelerado abruptamente las que ya se estaban dando, como la venta online.
“El delivery existía y son costumbres que se van a adaptar, y vamos a seguir impulsando”, refirió.
Por su parte, Leslie Passalacqua, presidente del Gremio de Retail de la CCL, incidió en conocer al nuevo cliente, emocionalmente distinto, que se cuida más y que tiene una nueva forma de comprar, en un nuevo contexto de mayor cercanía entre la marca y el cliente.
Cambios hacia las dark stores
Esta perspectiva de recuperación la comparte BTG Pactual. Su jefe de análisis de la región andina, Alonso Aramburú, estima que se daría hacia 2022. Además, la industria tampoco volverá a hacer lo mismo de antes. “Su modelo de negocio tradicional tendrá que ajustarse a uno más digital y desprenderse del consumo físico”, señaló a Diario Financiero de Chile.
Un ejemplo, refiere,es Cencosud, que ya abandonó sus tiendas físicas Paris en nuestro país.
Y el e-commerce seguirá con fuerza. “Si antes las ventas digitales representaban un 20%, ahora probablemente lleguen a un 30%-40% en 2022”, dice el analista.
Pero no por ello el mundo físico va a desaparecer. Es más, explica que así un retailer tenga el 100% de sus ventas por canales digitales, necesitará el local físico. Eso sí, no con el mismo objetivo. “La tendencia es una reducción de los metros cuadrados de venta. Habrá más dark stores que los hará concentrarse en su comercio online. Lo difícil de eso es que necesita escala para hacerlo rentable”, anotó.