(Foto: AP)
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El 27 de junio del 2018 fue el día que tanto había esperado esta ciudad de . Dos de los cinco casinos que habían cerrado en los cuatro años previos reabrían sus puertas.

El antiguo Trump Taj Mahal pasó a ser el Hard Rock, mientras que Revel fue rebautizado Ocean Resort Casino. Entre los dos recuperaron más de 6,000 de los 11,000 puestos que se habían perdido en el período más aciago que vivió este sector en

Algunos expresaron cierta cautela. Varios analistas y entendidos se preguntaron si Atlantic City, que se estaba recuperando como un mercado más pequeño, estaba en condiciones de recibir otros dos competidores.

Un año después, se conoce el veredicto: Más casinos reducen los márgenes de ganancia de todos. Los nueve casinos que operan en la ciudad vieron reducirse sus ganancias casi un 30% en el primer trimestre del año comparado con el mismo período del año pasado, en que funcionaban solo siete.

“Estamos satisfechos con el lugar que nos hemos ganado en el mercado”, expresó Joe Lupo, presidente de Hard Rock y quien fuera un alto ejecutivo en el principal casino de Atlantic City, el Borgata.

“Hay una nueva energía en el mercado por nuestra marca, nuestra presencia. En mayo estábamos segundos en cuando a ingresos. Para una propiedad que abrió hace menos de un año, eso es un gran logro”.

Hard Rock ofrece espectáculos en vivo todas las noches de la semana y atrae figuras de renombre, algunas de las cuales vienen por primera vez a Atlantic City. Tiene una colección de artículos relacionados con el rock, incluido un Rolls Royce de Elvis Presley, trajes sin cuello de los Beatles, un guante de Michael Jackson y una cantidad de guitarras de artistas de distintos géneros.

En los primeros cinco meses del año, Hard Rock figuró quinto en cuanto a ingresos producto del juego, con US$ 121.7 millones.

A Ocean las cosas le resultaron más difíciles. Estuvo cerrado por cuatro años, hasta que el empresario de Colorado Bruce Deifik lo compró, sin haberlo visto, a comienzos del 2018. Abrió sus puertas en junio del año pasado y para setiembre perdía mucho dinero. En enero Deifik se lo entregó a Luxor Capital, un hedge fund de Nueva York que era uno de sus prestatarios. Tres meses después, falleció en un accidente automovilístico en Colorado.

Luxor nombró a Eric Matejevich, veterano ejecutivo de , para que reviviese la propiedad. Le dio US$ 70 millones en efectivo, un nuevo plan de márketing y un cambio de nombre -ahora se llama Ocean Casino Resort en lugar de Ocean Resort Casino, para poner énfasis en los juegos de azar que ofrece-- y aceleró los planes de abrir nuevos restaurantes y negocios.

“Hace cuatro meses perdíamos US$ 1.5 millones por semana, ahora generamos ganancias”, dijo Matejevich.

Ocean planea abrir otras 500 habitaciones de hotel el año que viene, expandir su oferta de restaurantes y negocios y analiza la posibilidad de abrir un buffet, algo muy apetecido por los clientes.

En los primeros cinco meses del año Ocean generó US$ 80.5 millones. Solo Resorts y Bally’s generaron menos dinero. Pero Matejevich ve una tendencia alentadora, incluido el hecho de que el casino fijó récords de ingresos en las máquinas tragamonedas en abril y mayo. Espera seguir esa senda hasta agosto al menos.

Luxor aseguró que “no tenemos intenciones de vender Ocean en lo inmediato”.

“Si bien circulan rumores acerca de la estabilidad de Ocean, la bulla disminuyó últimamente”, dijo la compañía en un comunicado.

”Obviamente, no vamos a invertir millones de dólares en mejoras si pensásemos cerrar. Invertimos porque creemos en Ocean. Creemos que tiene potencial para ofrecer buenas ganancias”.

“Junio ha sido el mejor mes en la historia de esta propiedad”, añadió.

“A juzgar por las últimas tendencias, creemos que Ocean va a cubrir todos sus gastos de ahora en adelante y que le aguarda un futuro próspero”.

La Associated Press habló con más de un centenar de jugadores que visitaron ambos casinos. Muchos dijeron que les gustó la energía y la onda que transmite Hard Rock, mientras que a otros les agradó el ambiente más relajado de Ocean. Las habitaciones de Ocean fueron muy elogiadas, lo mismo que su sistema de apuestas deportivas. La propiedad está renovando su sistema de acondicionadores de aire.

“Ocean es mi segunda casa. Un casino hermoso, con sitios desde donde se ve el océano”, comentó Lynn Manuell, maestra de Nueva York. “Todas las habitaciones son espectaculares y la comida es buenísima. Me gusta Hard Rock también. Tienen un buen buffet y una gran energía”.

Christine Ruggiero O'Brien, de Patchogue, Nueva York, ha visitado Atlantic City una vez al mes en el último año y estuvo en los dos casinos varias veces. Dice que Ocean “es amplio y nunca te sientes apretado”.

“Nunca tuve problemas para conseguir mesa en Hard Rock”, expresó, añadiendo que “su personal ha hecho todo lo posible por retenerme”, a pesar del humo de cigarrillos que por momentos es “insoportable”.