Nokia
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Uno pensaría que toda la presión que ha recibido le haría la vida más fácil a sus archirrivales Nokia y Ericsson, pero de cierta forma ha sido todo lo contrario.

Estados Unidos ha intensificado sus críticas a Huawei en el último año e insiste en que su equipamiento de redes es vulnerable a espionaje por parte del Estado chino. Esto ha generado varias prohibiciones en Australia, Nueva Zelanda y Japón. Operadores telefónicos de otros países también comienzan a pensarlo dos veces antes de adquirir dispositivos de la compañía.

Esto crea oportunidades para y Ericsson, pero con un costo. La inquietud sobre la manera en que Nokia sobrellevará una guerra de precios se suma a preocupaciones ya existentes acerca de su rentabilidad.

La compañía finlandesa insiste en que defender sus márgenes es la medida correcta, pero se hace más difícil respaldar esa tésis en momentos en que su rentabilidad cae y la de Ericsson aumenta. Ese argumento pierde más fuerza luego de la inesperada pérdida en el primer trimestre dada a conocer el jueves.

Ericsson trata de quitar negocios a la firma china ofreciendo productos más baratos y ha advertido que tales esfuerzos afectarán a su rentabilidad en los próximos trimestres. Espera que este sacrificio a corto plazo traiga una recompensa a largo plazo conforme allana el camino para vender productos más lucrativos a los mismos clientes en una fecha posterior.

Eso crea competencia de precios para todos. Si bien Nokia asegura que no será arrastrada a una guerra de precios, admite que la presión se intensifica y que tiene que invertir a fin de garantizar los mismos beneficios a largo plazo.

Un problema para Nokia es que una mayor parte sus ingresos deriven del hardware, por lo cual sentirá con más fuerza que Ericsson los vientos en contra en materia de rentabilidad al descontar costos de instalación por adelantado.

Otro es que su oferta de software, que debiera tener mayor margen, puede ser más difícil de vender que la de Ericsson. En primer lugar, el de esta última simplemente es mucho más fácil de usar, según Stephane Houri, analista de Oddo BHF. Es preocupante que el informe de resultados de Nokia publicado hoy revela que la división registró una pérdida sobre una base no ajustada.

Cierto, las ventas de equipos de Nokia de menor precio pueden abrir camino a otras compras de hardware por parte de los mismos clientes, pero su posición rezagada en cuanto a los límites de software limita su capacidad de adoptar la estrategia de Ericsson.

El director ejecutivo Rajeev Suri se apega a sus objetivos anuales y su insistencia en defender los márgenes a corto plazo aún puede ser reivindicada. El hecho de que haya tenido que diferir 200 millones de euros en ingresos netos para más adelante en el año ha empeorado las cosas, pero de todas formas las ganancias habrían estado por debajo de lo estimado sin esto.

La reacción de las acciones - una caída de 10% - sugiere que disminuye la confianza de los inversionistas. La oportunidad que presenta Huawei no es fácil de aprovechar.

Por Alex Webb

Esta columna no necesariamente refleja la opinión de la junta editorial o de Bloomberg LP y sus dueños.

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