contrató a como su asesor financiero exclusivo para la venta de cuatro refinerías, un paso hacia el fin del monopolio de la compañía sobre la producción brasileña de combustible.

Petrobras anunció en abril planes para soltar cerca de 50% de la capacidad nacional de refinación, o 1,1 millones de barriles por día, con ocho unidades. El objetivo de la medida es apuntalar el balance del productor, que está cargado de deudas.

El director ejecutivo de Petrobras,, ha dicho que la compañía podría beneficiarse de una mayor competencia como una forma de reducir la influencia del gobierno sobre los precios del combustible.

Petrobras, controlada por el estado, dijo anteriormente que la venta de las ocho refinerías podría durar entre 18 y 24 meses. La compañía tiene como objetivo obtener US$ 10,000 millones de la venta, dijeron personas familiarizadas con el asunto en marzo. Castello Branco ha dicho que se espera que la venta inicial concluya este año.

El primer conjunto de cuatro refinerías en venta incluye la unidad más cara de Brasil, Abreu e Lima, dijo la compañía el viernes. El costo de la refinería, también conocida como RNEST, aumentó a más de US$ 18,000 millones, aunque Petrobras no ha revelado una etiqueta de precio final desde que la instalación comenzó a operar en 2014.

Según la investigación de corrupción de la policía federal, la falta de licitación pública llevó a un aumento en los costos de Abreu e Lima.

Otros activos que se incluirán en el bloque de ventas son la refinería Landulpho Alves (RLAM), la Presidente Getulio Vargas (REPAR), y la Alberto Pasqualini (REFAP), así como sus correspondientes activos logísticos.