Redacción Gestión

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Sidney (Reuters).- Apple y Samsung Electronics están enredadas en una en varios países alrededor del mundo, pero sólo en Australia participan también en un proceso judicial abierto en el que distintos testigos prestarán declaración a la vez.

Conocido oficialmente por el término legal de "pruebas concurrentes", la práctica se ha hecho cada vez más común en Australia en los casos complejos y técnicos como la disputa de patentes entre y .

Los defensores argumentan que la práctica ahorra tiempo y recursos y, lo que es más importante, impide que los expertos contratados por los litigantes exageren su caso, ya que pueden ser inmediatamente interrogados no sólo por el juez y los abogados, sino también por sus compañeros de banquillo.

"Creo que en un caso como este es un enfoque bastante bueno", dijo Mark Summerfield, abogado de patentes y asociado al bufete de abogados Watermark con sede en Melbourne.

Australia es uno de los varios países donde Apple y Samsung están inmersos en una batalla sobre patentes.

Apple ha acusado a Samsung de copiar el diseño y funciones de algunos de los dispositivos de sus tabletas y teléfonos avanzados, mientras que Samsung ha contrademandado a Apple por una supuesta violación de patentes relacionadas con la tecnología de transmisión inalámbrica. Un tribunal federal de Estados Unidos comenzó su propio caso la pasada semana.

Este novedoso enfoque cambia temporalmente un sistema judicial contradictorio en Australia por un sistema más inquisitorial, ampliamente seguido en Europa y Asia.

"La teoría básica es que si un experto está en una posición como esta (…) estarán más abiertos a conocer lo que realmente piensa y estarán más dispuestos a discutir matices", dijo Summerfield. "También modera la tendencia de los abogados a ser agresivos cuando preguntan", explicó.