(Foto: Reuters)
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Petróleos de Venezuela, que en el pasado fue el mayor productor y exportador de petróleo de América Latina, ha recurrido a métodos menos ortodoxos para aumentar su producción de crudo.

La empresa conocida como PDVSA comenzó a producir petróleo crudo reconstituido, en el que los restos del proceso de refino se mezclan con el crudo que sale del suelo.

Dado que algunos tipos de petróleo no se pueden procesar directamente desde la boca del pozo ya que son demasiado pesados o ácidos, éstos se mezclan con un diluyente, a menudo nafta o un crudo más liviano.

En este caso, PDVSA, falta de liquidez, está agregando algo más parecido a la pasta instantánea para cocinar a fin de que el resultado final sea más apetecible para los refinadores.

Cuba, socio de Venezuela desde hace mucho tiempo, fue el primero en probar el nuevo petróleo en oferta.

El primer envío llegó en octubre y fue seguido de otros, por un total de 1.68 millones de barriles, según personas familiarizadas con los envíos y los informes de envío recabados por Bloomberg.

El petróleo reconstituido está reemplazando las exportaciones de Mesa 30, un grado venezolano bien establecido.

Este petróleo reconstituido ayuda a PDVSA a producir más crudo con menos y a recaudar los ingresos correspondientes. A pesar de contar con unas reservas de petróleo mayores que las de Arabia Saudita, la producción del país se encamina a un mínimo de 29 años debido a los trastornos políticos, los arrestos de altos ejecutivos y las sanciones impuestas por Estados Unidos, que han disminuido el apetito por el petróleo venezolano.