En todo el mundo en desarrollo, enormes cantidades de personas han perdido sus empleos o han visto caer sus ingresos. Muchas están vendiendo sus escasas pertenencias para comprar comida. Idealmente, las ayudas estatales apuntalarían sus finanzas, pero en muchos países las arcas fiscales están vacías. Además, su riesgo crediticio es demasiado alto o viven en zonas remotas como para acceder a la banca.

TAGS RELACIONADOS