(Bloomberg).- La estadounidense acordó la compra de por unos 33,900 millones de euros (US$ 35,100 millones) para crear la mayor proveedora mundial de gases industriales tres meses después de frustrarse un intento anterior por temor a que se perdieran empleos en Alemania.

Las acciones de Praxair, que tiene sede en Danbury, Connecticut, se convertirán una a una en acciones de la nueva compañía, que dará comienzo a una oferta de compra de Linde, que tiene sede en Múnich, dijeron las compañías en un comunicado del martes.

Los accionistas de Linde recibirán acciones que dan a la compañía un valor de alrededor de 182.66 por acción, según datos que recopiló Bloomberg. Es aproximadamente un 31% más que el nivel a que se negociaba Linde a mediados de agosto, antes de que se informara que las compañías mantenían conversaciones.

Praxair convenció a la junta directiva de Linde al acordar mantener las operaciones en Múnich y conservar los empleos. Linde aseguró que no habría despidos hasta el 2022, según un comunicado sindical de la semana pasada.

Las compañías describieron la transacción como una fusión entre pares y tomaron medidas para evitar la apariencia de una compra de Linde por parte de Praxair. La entidad fusionada llevará el nombre de Linde y sus acciones cotizarán en Nueva York y en Fráncfort. El máximo responsable de Praxair, Steve Angel y el presidente de la junta directiva de Linde, Wolfgang Reitzle, conservarán sus cargos.

Reducción de costos."La llaman una fusión entre pares, pero da la impresión de que los estadounidenses desempeñarán un papel dominante tarde o temprano", dijo por teléfono Bernhard Weininger, un analista de Independent Research. "En realidad no existen las fusiones entre pares".

Al fusionarse, las compañías estiman que reducirán alrededor de US$ 1,000 millones anuales de costos, según el comunicado, en un contexto de desaceleración del crecimiento de China y de debilitamiento de la demanda de los clientes de siderurgia, petróleo y gas natural.

Las compañías de gas industrial se han extendido a gases médicos en un intento por obtener nuevas fuentes de ingresos. La compañía alemana indicó en octubre a inversores que enfrenta una fuerte presión de costos, así como los efectos de un exceso de capacidad en algunos mercados.

Praxair convenció a su rival luego de que los sindicatos representados en la junta directiva de Linde frustraran el intento anterior al plantear su preocupación respecto de los empleos y las operaciones en Alemania.

A continuación, Linde despidió al máximo responsable financiero, Georg Denoke, cuyas maniobras contribuyeron al derrumbe de la transacción y la compañía se embarcó en un plan de reducción de costos para aumentar la rentabilidad al decir que está "muy rezagada" en cuanto a desempeño en comparación con sus competidores. El CEO Wolfgang Buechele renunció y lo reemplazó Aldo Belloni.