no está a la venta, según la persona que fue designada nuevo líder de la compañía por la oposición al presidente venezolano, Nicolás Maduro. Su prioridad en adelante es prepararse para un retorno a la normalidad.

Quedan “muchos desafíos” en Citgo, con sede en Houston, señaló Carlos Jordá en su primera entrevista desde que fue nombrado director ejecutivo por el líder de la oposición, “Consideramos que este activo en Estados Unidos es estratégico para Venezuela”.

Jordá, de 70 años, quiere planear un futuro financieramente más estable para Citgo, en momentos en que Asdrúbal Chávez, a quien Maduro eligió para el cargo, continúa considerándose CEO desde lejos. La experiencia de Jordá incluye tres décadas en la firma estatal Petróleos de Venezuela SA, donde pasó de ser trabajador de una refinería a administrar todo el negocio de elaboración de combustible de

"Cuando PDVSA vuelva a ser una compañía normal", dijo, "Citgo definitivamente tendrá que entregar tantos dividendos como sea posible. Esa es nuestra obligación con el accionista".

La petrolera estatal, que en última instancia controla Citgo, ha experimentado una caída en su producción a unos 800,000 barriles por día, frente a un máximo de aproximadamente 3.71 millones en la década de 1990. Venezuela, que alberga las mayores reservas de crudo del mundo, depende de los ingresos del petróleo para mantenerse a flote. Se espera que la producción disminuya aún más si las exenciones a las sanciones de terminan en octubre, lo que obligaría a retirarse a petroleras extranjeras como Halliburton Co., Schlumberger Ltd. y Weatherford International Ltd., que han ayudado a producir petróleo.

Citgo opera tres refinerías en EE.UU.: en Texas, Luisiana e Illinois. La empresa, que tiene capacidad para procesar hasta 749.000 barriles de crudo por día, ha sido una pieza clave para la economía de Venezuela, ya que ha retribuido ganancias al país de origen mientras toma su crudo pesado y lo convierte en gasolina, diésel y otros combustibles.

Pero las sanciones impuestas por la administración de por su desacuerdo con Maduro han hecho que el negocio sea más difícil para los líderes de Citgo, obligándolos a evitar cualquier contacto con PDVSA, incluidas las compras de crudo. Los costos han aumentado y Citgo ha tenido que buscar fuentes alternativas de crudo para refinar y vender, señaló Jordá.

El cambio "de los crudos tradicionalmente pesados de Venezuela a crudos más ligeros" de EE.UU. ha sido un problema, indicó Jordá. Pero Citgo "continuará en ese camino hasta que encontremos nuevos suministros de crudo y, ojalá, las operaciones de Venezuela en el sector petrolero finalmente se normalicen", dijo.

Jordá conversó con la prensa el jueves, casi al final de su primer día completo en el cargo.