Bloomberg.- Los nuevos copresidentes ejecutivos de Grupo Televisa SAB están llevando a cabo una revisión estratégica que podría llevarlos a deshacerse de algunos negocios o incluso a dividir al gigante mexicano de los medios.

Alfonso de Angoitia y Bernardo Gómez, quienes tomarán las riendas del conglomerado en enero en remplazo de Emilio Azcárraga, están analizando cómo y dónde asignar mejor el capital de Televisa, dijo Angoitia el viernes en una conferencia telefónica. Los copresidentes ejecutivos tendrán muchas opciones a considerar, con activos que incluyen el canal de televisión más visto de México, redes populares de cable como Bandamax, el mayor proveedor de televisión satelital del país y el mayor servicio de cable, además del equipo de fútbol Club América y una participación en la cadena ​​estadounidense Univision Holdings Inc.

Televisa siempre se ha enorgullecido de ser tanto un productor de programación, como las populares telenovelas y la cobertura de partidos de fútbol, ​​y un distribuidor a través de sus negocios de cable y satélite. Comcast Corp. imitó ese modelo cuando adquirió NBCUniversal en 2009, y AT&T Inc. sigue la misma estrategia al comprar Time Warner Inc. Pero Televisa, que está luchando con una caída de la publicidad y una nueva competencia de servicios de video en línea como Netflix y YouTube, tiene ahora que considerar cómo reflejar mejor el valor de sus activos para los accionistas, dijo Angoitia.

"En el futuro, podría haber un escenario en el que no mantenemos todo bajo el mismo paraguas, porque no tiene sentido o porque de otra manera generaría más valor para nuestros accionistas", dijo Angoitia. "Nos gustaría ver a Televisa como una compañía integrada de medios y telecomunicaciones… tal vez no sea el caso en el futuro".

Las acciones de Televisa cayeron hasta 8.2% en Ciudad de México después de que la compañía informara un tercer trimestre consecutivo de ventas de publicidad a la baja.

La acción recuperó algo de terreno después de que Angoitia hablara sobre la revisión estratégica, y a las 11:52 a.m. locales perdía 4.94% a 87,16 pesos.

Los ingresos publicitarios, que representan aproximadamente una cuarta parte del negocio de Televisa, cayeron 8.4% en el tercer trimestre, no mucho mejor que en el período anterior.

Las múltiples revisiones de la estrategia de fijación de precios aún tienen que rendir frutos, y los clientes recurren cada vez más a Internet para vender sus productos.

Es difícil ofrecer orientación de ventas para 2018, dijo Angoitia, añadiendo que tomará un tiempo para que los clientes se ajusten al nuevo plan de ventas publicitarias. "Será un proceso que deben entender", dijo.

Parte de la caída de los anuncios se debió a un período de tres días después del terremoto del 19 de septiembre en Ciudad de México cuando los canales ofrecieron cobertura en vivo sin comerciales. Los índices de audiencia están mejorando, dijo Televisa el jueves, lo que debería augurar mejores tiempos para el futuro.

Aunque Azcárraga, de 49 años, deja la presidencia ejecutiva, seguirá al frente de la junta directiva y aún tendrá la última palabra sobre cualquier decisión importante en Televisa.

A fines del año pasado, tenía una participación de 15% en la compañía de US$ 13,400 millones, con suficientes acciones con derecho a voto para nombrar a la mayoría de los miembros de la junta, según el informe anual de Televisa.

La compañía, fundada en 1955 por el abuelo de Azcárraga, se convirtió en una potencia de cable y satélite en los 20 años desde que el nieto asumió el control después de la muerte de su padre, un hombre conocido como "El Tigre".

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