Redacción Gestión

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SEÚL, Corea del Sur (AP) .- Con un airado comunicado, arremetió el domingo contra Estados Unidos por imponer sanciones sobre miembros de su gobierno y su industria de defensa, en represalia por un presunto ciberataque norcoreano contra Pictures, en un nuevo capítulo de la disputa en torno a una película de Hollywood que narra el asesinato ficticio del líder norcoreano.

Con una retórica similar a la de comunicados anteriores, un portavoz no identificado del Ministerio norcoreano de Relaciones Exteriores negó que participara en el ataque, que filtró decenas de miles de archivos y correos electrónicos confidenciales de Sony y acusó a Estados Unidos de fomentar "sin fundamentos" la hostilidad hacia el país asiático.

El portavoz aseguró que las nuevas sanciones no debilitarán el poder militar del país, que tiene un ejército de 1.2 millones de efectivos.

En declaraciones a la oficial Agencia Central de Noticias de el vocero dijo que las sanciones muestran la "acendrada repugnancia y hostilidad hacia la RDPC", en referencia a la República Democrática Popular de Corea, nombre oficial del país.

"La política seguida persistentemente por Estados Unidos para asfixiar a la RDPC, agitando infundadamente la mala sangre en su contra, sólo podrá endurecer su voluntad y resolución de defender la soberanía del país", dijo el portavoz.

Estados Unidos aplicó el viernes sanciones sobre 10 miembros del gobierno de y tres organizaciones, incluso la principal agencia de inteligencia de Pyongyang y una empresa estatal comerciante de armas, en lo que la Casa Blanca describió como un primer movimiento en respuesta por el ataque a Sony.

Con todo, subsisten dudas en la comunidad informática sobre la magnitud de la participación norcoreana. Muchos expertos dicen que los culpables podrían ser ciberpiratas e incluso empleados de Sony y se preguntan cómo el FBI puede ser tan categórico en sus acusaciones.

Los 10 norcoreanos sancionados no necesariamente tuvieron algo que ver con el ataque a Sony, dijeron altos funcionarios estadounidenses. Cualquiera que trabaje para o colabore con el gobierno norcoreano puede ser un blanco, en particular el sector de la defensa y espionaje.

Las sanciones podrían tener sólo un efecto limitado, dado que Norcorea ya se encuentra sometida a duras sanciones estadounidenses e internacionales por sus programas nucleares y de misiles. Además, el presidente estadounidense, Barack Obama, advirtió a Pyongyang que Washington estaba sopesando volver a incluir a Corea del Norte en su lista de estados que patrocinan el terrorismo, lo que podría complicar su acceso a ayudas a una escala global.

Resta saber quiénes provocaron un reciente apagón de casi 10 horas de sitios web norcoreanos. Estados Unidos jamás se declaró responsable, pero la poderosa Comisión de Defensa Nacional norcoreana atacó a Obama con insultos racistas, llamándolo "mono en un bosque tropical".

Esta clase de declaraciones no son nuevas. Pyongyang ha lanzado insultos similares a otros funcionarios estadounidenses y ha llamado prostituta a la presidenta surcoreana.