(Bloomberg) Nestlé SA asignará a Fernando Merce, veterano de su división de cuidado para mascotas, la tarea de administrar su negocio de agua embotellada de US$ 4,500 millones en América del Norte, reemplazando a un ejecutivo que dejó la compañía en marzo para unirse al fabricante de yogures Chobani.

Merce, que comenzó en la empresa en 1992 como ingeniero industrial, tomará el mando en Nestlé Waters North America el 1 de mayo, según un comunicado del viernes. En su nueva función, el supervisor ​​de 46 años supervisará las operaciones en Estados Unidos y Canadá, además de unirse a la junta mundial de Nestlé Waters.

El agua embotellada ha sido una fuente clave de crecimiento para Nestlé, especialmente a medida que disminuye la demanda de otras categorías. Por primera vez el producto superó las ventas del refresco en Estados Unidos el año pasado, y Nestlé posee marcas de primera clase como Perrier y Poland Spring.

Sin embargo, es un negocio con márgenes de beneficio ajustados y una competencia cada vez mayor.

El liderazgo de Merce "asegurará que construyamos nuestro legado de crecimiento para mantener nuestra posición de liderazgo en esta categoría", dijo Maurizio Patarnello, jefe del negocio de aguas globales, en el comunicado.

El movimiento llena un puesto desocupado por Tim Brown, quien dejó la compañía para convertirse en el jefe de operaciones de Chobani. Merce previamente dirigió el negocio de Purina de Nestle en América Latina y el Caribe.

Como el nuevo jefe, Merce tendrá que proteger las marcas de Nestlé de incursiones más agresivas de parte de los fabricantes de refrescos. Nuevos productos como Lifewtr de PepsiCo Inc. tienen en la mira tomar la cuota de mercado de marcas de agua más establecidas.

La categoría también es una de las áreas de menor margen de Nestlé, pero el CEO del gigante suizo de alimentos, Mark Schneider, ha dicho que es una división que intentará expandir.

El negocio también ha atraído la controversia. La marca Arrowhead Spring de Nestlé explota un manantial en las montañas de San Bernardino, California, y la compañía anunció planes el año pasado para embotellar agua de manantial en Phoenix.

Con la sequía severa que aflige gran parte del oeste de Estados Unidos en los últimos años, los activistas criticaron la expansión como "irresponsable".