(Foto: Reuters)
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Para los sindicatos es “un capitalista cavernario”, para otros una especie de “patriarca” de la economía alemana. El multimillonario alemán Heinz Hermann Thiele ha tomado el timón de la aerolínea en medio de las negociaciones para salvar a la empresa.

Con 79 años, este empresario, de opiniones rígidas, uno de los más ricos de , se encuentra este jueves en el centro de una junta general de accionistas del primer grupo aéreo europeo, que debe decidir sobre un plan de rescate del Estado alemán por un monto de 9,000 millones de euros (algo más de US$ 10,000 millones).

En tanto que mayor accionista, con el 15.5% del capital desde hace poco tiempo, Thiele tiene un papel clave en el futuro de la empresa.

Durante varias semanas tuvo a Alemania en vilo con la amenaza de frustrar el plan, lo que habría llevado al grupo al default.

Apodado el "patriarca" de la economía alemana, se muestra muy reservado respecto a la participación del Estado, que se haría con al menos el 20% de las acciones en el marco de este plan.

Esta nacionalización parcial del grupo podría impedir eliminar empleos, algo que para él se revela fundamental.

Pero, en un giro inesperado de último minuto, el multimillonario anunció el miércoles de noche que apoyará el proyecto, instando a una rápida "reestructuración" del grupo, durante una entrevista al diario FAZ.

Empresa familiar

Thiele es un producto puro y duro del capitalismo alemán, del “Mittelstand”, ese tejido de a veces familiares y muy florecientes que constituye la columna vertebral de la primera economía europea.

Casado y padre de dos hijos, este jurista de formación inauguró su carrera en 1969 como empleado de la oficina de patentes Knorr-Bremse, especializada en frenos, a la que salvaría de la quiebra comprándola a crédito en la década de 1980.

El golpe fue exitoso. Elevada al rango de líder del mercado de frenos para el transporte ferroviario y de camiones, la sociedad, en la que se trabajan 42 horas semanales en lugar de las 35 normales del sector, se convierte en el pilar de su fortuna.

La revista la estima actualmente en 15,000 millones de euros (US$ 16,800 millones).

Mantiene el 65% del capital, y junto a su hija integra el consejo directivo. Su hijo, que fuera encargado de la región Asia, abandonó la empresa.

Precisamente, durante la crisis financiera del 2008 se extendió en Asia, donde en el 2011 compró la mitad del grupo de equipamiento ferroviario Vossloh. Un establecimiento ganadero en Uruguay es parte de su fortuna.

"Soy empresario y lo seré hasta mi último suspiro", confió a Manager Magazin.

Putin

Thiele también destaca fuera de la esfera económica por sus declaraciones controvertidas.

Vladimir Putin "quizás no es un demócrata ejemplar, pero sí un político muy competente", declaró a Manager Magazin.

En plena crisis del euro en el 2013, también lamentó que el partido eurófobo de extrema derecha AfD no hubiera ingresado al Bundestag.

Muy bien ubicado en el seno de Lufthansa, el empresario exitoso seguramente pesará, a pesar de su marcada reticencia a la participación pública.

Thiele inquieta a los sindicatos que lo consideran una especie de “hombre de las cavernas del capitalismo”.