(Foto: Bloomberg)
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se está uniendo a un grupo de defensa del clima respaldado por grandes corporaciones de energía y republicanos de alto perfil, en un esfuerzo del gigante del software por encontrar terreno intermedio en los temas ambientales que han polarizado la política estadounidense.

La compañía con sede en Redmond, Washington, dijo que respaldará a Climate Leadership Council para presionar por un impuesto al carbono, a la vez que acelera su promesa de usar más energía verde en sus centros de datos.

Entre los miembros fundadores del grupo se incluyen muchas de las compañías petroleras más grandes, como Exxon Mobil Corp., Royal Dutch Shell Plc y BP Plc. El exsecretario de Estado republicano James Baker; Hank Paulson, secretario del Tesoro bajo el presidente George W. Bush; Rob Walton, expresidente de la junta de; el multimillonario gerente de fondos de cobertura Ray Dalio; y la filántropa Laurene Powell Jobs también están involucrados.

Climate Leadership Council ha presentado un impuesto sobre las emisiones de carbono a la Casa Blanca, vendiendo el plan como una ganancia económica que podría impulsar el crecimiento del empleo y generar beneficios ambientales. El plan también eliminaría las regulaciones destinadas a reducir las emisiones de dióxido de carbono, así como gran parte de la autoridad de la Agencia de Protección Ambiental para regularlas.

Las empresas que emiten gases de efecto invernadero también podrían obtener indemindad de responsabilidad, lo que las aislaría de los litigios por los costos del cambio climático, un complemento potencialmente atractivo a medida que aumentan las demandas.

Microsoft siente que se necesita una "solución inclusiva" para avanzar, dado el clima político dividido en el país, asegura el Director de Medio Ambiente de la compañía, Lucas Joppa. El movimiento se produce cuando los candidatos presidenciales de 2020, incluido el gobernador del estado donde se encuentra Microsoft, Jay Inslee, se centran en el tema, y los demócratas presionan la idea de un "Nuevo Pacto Verde".

Las compañías tecnológicas, particularmente aquellas que venden servicios de computación en la nube, son importantes consumidores de energía debido a la electricidad, la calefacción y la refrigeración que necesitan para hacer funcionar centros de datos masivos llenos de servidores.

La semana pasada, más de 6,000 empleados de firmaron una carta abierta solicitando a la compañía desarrollar un plan integral para abordar su huella de carbono. Una preocupación específica planteada por los trabajadores de Amazon también se aplica a Microsoft: ambas tienen grandes compañías de petróleo y gas como clientes y socios.

El presidente de Microsoft, Brad Smith, dijo que su compañía aún trabajará con clientes como Exxon.

"El acceso a las tecnologías de la información no va a determinar la cantidad de petróleo que se consume en el planeta", dijo.

"Respetamos el hecho de que las compañías de energía necesitan proporcionar energía al mundo y están tratando de mejorar su eficiencia, su seguridad e incluso su impacto ambiental".

Microsoft anteriormente respaldó una iniciativa del estado de Washington de implementar un impuesto al carbono, pero fue rechazada por los votantes en noviembre. La compañía, que anteriormente se comprometió a operar sus centros de datos con 60% de energía renovable a principios de la década de 2020, informó que alcanzará esa meta este año y que superará el 70% para 2023.

Es poco probable que se apruebe un impuesto nacional sobre el carbono este año, pero es importante crear conciencia sobre el tema para las elecciones de 2020, dijo Smith.