Norteamérica registrará las mayores pérdidas este año, de US$ 45,800 millones, seguida de Asia-Pacífico (US$ 31,700 millones) y Europa (US$ 26,900 millones).
Norteamérica registrará las mayores pérdidas este año, de US$ 45,800 millones, seguida de Asia-Pacífico (US$ 31,700 millones) y Europa (US$ 26,900 millones).

El mercado aéreo latinoamericano perderá US$ 5,000 millones en el 2020 y seguirá en números rojos el próximo año, donde podría perder US$ 3,300 millones adicionales, anunció el informe de perspectivas global de la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA).

El mercado aéreo latinoamericano, donde la demanda de pasajeros cayó este año un 64%, algo menos que la media global (66.3%), ha recibido escasa asistencia financiera gubernamental, lo que ha producido la bancarrota de algunas de las empresas del sector, analiza el informe presentado por la en su junta general anual.

Por contra, algunos mercados clave en la región, caso de México o Brasil, se mantuvieron abiertos durante buena parte de la crisis, y el tráfico aéreo se vio beneficiado por el uso de la obligatoriedad de test en viajeros en lugar de las cuarentenas, lo que disuadió a menos personas de volar.

IATA prevé por otro lado que en el 2021, en el que se cuenta con que haya ya disponibilidad de vacunas contra el COVID-19, la distribución de éstas en el mercado latinoamericano llegue con cierto retraso con respecto a los mercados desarrollados, lo que podría llevar a una recuperación más lenta del sector aéreo local.

El mercado con mayor caída de demanda este año fue el de Oriente Medio (73%), seguido de África (72%), Europa (70%) y Norteamérica (66%), mientras que la menor bajada fue en Asia-Pacífico (62%).

Norteamérica registrará las mayores pérdidas este año, de US$ 45,800 millones, seguida de Asia-Pacífico (US$ 31,700 millones) y Europa (US$ 26,900 millones).

Para el próximo año IATA vaticina aún pérdidas en todos los mercados regionales, especialmente en el europeo (US$ 11,900 millones), el norteamericano (US$ 11,000 millones) y el de Asia-Pacífico (US$ 7,500 millones).