Mediapro, controlado en su mayoría por el fondo chino Orient Hontai, ganó la última licitación de derechos de televisión en abril del 2018, que le compromete a pagar 780 millones de euros durante cuatro años a partir de la actual temporada 2020-2021 a cambio de la emisión en exclusiva del 80% de los partidos de la Ligue 1 (primera división) y 34 millones de euros para la Ligue 2 (segunda división). (Foto: Difusión)
Mediapro, controlado en su mayoría por el fondo chino Orient Hontai, ganó la última licitación de derechos de televisión en abril del 2018, que le compromete a pagar 780 millones de euros durante cuatro años a partir de la actual temporada 2020-2021 a cambio de la emisión en exclusiva del 80% de los partidos de la Ligue 1 (primera división) y 34 millones de euros para la Ligue 2 (segunda división). (Foto: Difusión)

El fundador de , Jaume Roures, anunció un plan de conciliación con la Liga de Fútbol Profesional de Francia (LFP) y añadió que el grupo español pretende seguir siendo el principal difusor televisivo del fútbol francés.

A principios de octubre, la LFP envió a la empresa española una notificación formal para que cumpliera con el pago de 172 millones de euros (US$ 203.75 millones) como parte de su acuerdo de radiodifusión y Mediapro respondió solicitando un aplazamiento del mismo.

La LFP dijo entonces que si la empresa catalana no abonaba la deuda, estudiaría dar el contrato televisivo a otro operador.

Mediapro, controlado en su mayoría por el fondo chino Orient Hontai, ganó la última licitación de derechos de televisión en abril del 2018, que le compromete a pagar 780 millones de euros durante cuatro años a partir de la actual temporada 2020-2021 a cambio de la emisión en exclusiva del 80% de los partidos de la Ligue 1 (primera división) y 34 millones de euros para la Ligue 2 (segunda división).

Este miércoles, Roures dijo que las dificultades financieras de su grupo se deben a las consecuencias de la pandemia del coronavirus.

“Nadie podía predecir los efectos económicos del coronavirus. Ello nos ha obligado a ver cómo podemos adaptarnos a esta situación, sin poner en tela de juicio el compromiso que acordamos en abril del 2018”, indicó.

“Nuestro proyecto es para cuatro años. Lo mantendremos. Sabíamos que no iba a ser rentable el primer año y sabíamos que no íbamos a tener millones de abonados el primer año”, agregó.

En una entrevista concedida el 8 de octubre al diario deportivo L’Equipe, Roures desató el pánico en el fútbol profesional francés cuando dijo que quería “volver a discutir el contrato de esta temporada” debido al impacto de la crisis sanitaria y al “tibio” aumento de los abonados a Telefoot, canal recientemente creado por Mediapro para emitir partidos.

El canal cuenta con 600,000 suscriptores, lejos del objetivo de 3,5 millones, apuntó Roures el miércoles.

El impago ha sacudido el fútbol francés y los clubes ya habían incorporado el aumento de los derechos de televisión en sus presupuestos. La LFP, además, ha pedido un préstamo bancario para cubrir el incumplimiento temporal de Mediapro.

Canal+, la histórica emisora de fútbol francesa, que ahora sólo emite dos partidos por día de liga y ha perdido el cartel del domingo por la noche, está siguiendo de cerca la situación.

Arnaud de Puyfontaine, presidente del consejo de administración de Vivendi, la sociedad matriz de Canal+, que presentó sus resultados financieros el martes, dijo que no le sorprendían las dificultades del nuevo participante en este mercado tan competitivo.