LVMH. (Reuters).
LVMH. (Reuters).

A. Felsted (*)

Usted no quiere simplemente comprar el bolso imprescindible o usar las joyas caras, usted quiere quedarse en el hotel de lujo y cenar en el elegante restaurante.

Esa es la motivación detrás de la decisión de de comprar Belmond Ltd, propietario del Hotel Cipriani en Venecia y el Copacabana Palace en Río de Janeiro, en US$ 2,600 millones.

En el sector de consumo, gastar en experiencias en lugar de cosas está ganando terreno. Y el lujo es no diferente. En los niveles superiores, sin embargo, una manicura y una cena no es suficiente. Las cirugías estéticas y los restaurantes gourmet están más a la orden del día.

Cierto, los artículos personales costosos han disfrutado de un fuerte crecimiento en 2018. Pero en los últimos siete años, las experiencias de alto nivel se han expandido a un ritmo más rápido, de acuerdo con Bain & Co. Los hoteles y los cruceros, dos de las especialidades de Belmond, con sede en Londres, fueron grandes ganadores este año.

LVMH, el grupo de artículos de lujo más grande del mundo, ya posee las cadenas de hoteles Bulgari y Cheval Blanc, pero añadir Belmond aumenta significativamente su exposición a la hotelería y le proporciona una cartera de activos “trofeo”.

Poco menos de la mitad de los clientes de Belmond vienen de Norte América y el 8 por ciento proviene de Asia, según analistas de Exane BNP Paribas. Eso ofrece una útil diversificación geográfica en medio de signos de desaceleración del gasto chino. Pero a más largo plazo, existe la oportunidad de ampliar la base de clientes de Asia, y el potencial de sinergias con los activos hoteleros que ya posee el grupo francés.

Esos beneficios no son baratos. LVMH está pagando una prima del 42 por ciento sobre el precio de cierre de Belmond en Estados Unidos el jueves. El valor de empresa de US$3.200 millones equivale a aproximadamente 5,6 veces los ingresos y 24 veces el Ebitda, según datos de Bloomberg. Eso supera con creces la media de las ofertas en el sector en los últimos tres años (2,6 veces los ingresos y 13 veces el Ebitda).

LVMH tiene razón en pagar la prima. En el mundo del lujo, los compradores generalmente solo tienen una oportunidad de obtener activos codiciados. Una vez que los adquiere un rival, pasará mucho tiempo antes de que salgan nuevamente al mercado.

Y, de cualquier manera, el grupo, liderado por Bernard Arnault, puede permitírselo. La deuda neta se había establecido en 0,4 veces el Ebitda a fines del 2108, según el consenso de las estimaciones de Bloomberg. Con este acuerdo, los préstamos pro-forma aumentarán a 0,6 veces las ganancias, según analistas de Citigroup Inc. Ese todavía parece ser un nivel muy cómodo. Más aun, Deborah Aitken, de Bloomberg Intelligence, estima que LVMH podría gastar US$20.000 millones en acuerdos y aún mantener la deuda neta en 2 veces el Ebitda.

Así que, aunque puede que el rey de la ostentación haya pagado una prima por sus vacaciones de lujo, la estadía debería valer la pena.

(*) Esta columna no necesariamente refleja la opinión de la junta editorial o de Bloomberg LP y sus dueños.

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