Una de las funciones más celebradas de Google Maps es el monitoreo del tráfico en la ciudad. (Foto: AP)
Una de las funciones más celebradas de Google Maps es el monitoreo del tráfico en la ciudad. (Foto: AP)

La decisión de de representar en sus mapas virtuales a la península ucraniana de Crimea como parte de Rusia ha puesto de manifiesto las dificultades a las que se enfrenta la multinacional estadounidense para delimitar las fronteras internacionales en el caso de territorios disputados.

“Nosotros hacemos todo el esfuerzo posible para representar objetivamente las regiones disputadas”, indicó Google.

Olvidémonos de la cartografía tradicional. La gran mayoría de las personas ya no consulta un mapamundi o un globo terráqueo cuando quiere conocer las dimensiones de un territorio, con quién limita o a qué país pertenece. Se limita a abrir .

Poco después de que Rusia se anexionara Crimea en el 2014, la prensa rusa se congratuló efusivamente de que Google representara en sus mapas a la península como parte de la Federación Rusa.

No obstante, con vistas al quinto aniversario Moscú presentó una queja formal ante el gigante de Mountain View de que Crimea no figuraba como región rusa y le amenazaron con una multa.

Google, que se escudó en un problema técnico, tardó sólo unas semanas en subsanar el error en la versión rusa de sus mapas, a tiempo para la celebración oficial de la reincorporación del territorio, cuya anexión es condenada unánimemente por la comunidad internacional.

Consideramos que hemos corregido el error por el que una pequeña parte de los usuarios de Google Maps IOS recibía una información incorrecta”, señaló el buscador.

Es decir, ahora el territorio continental ucraniano está separado de la península bañada por los mares Negro y Azov por una línea continua que representa una frontera internacional.

La queja de Ucrania no se hizo esperar. El embajador ucraniano en Estados Unidos, Valeri Chali, pidió a Google que dé marcha atrás, en línea con la legislación internacional y con la postura oficial de la Casa Blanca, y recordó que Washington ha condenado la anexión y, por ese motivo, ha impuesto sanciones contra el Kremlin.

Kiev considera inaceptable que Google se vea involucrada “en la guerra informativa” emprendida por Rusia que incluye la propagación de desinformación, información falsa y propaganda, como es el caso de incluir a Crimea como parte del territorio ruso en los mapas.

La compañía se escudó en que existen países, como es el caso de Rusia, que cuentan con versiones locales del Google Maps, por lo que la multinacional no tiene más elección que respetar la legislación nacional.

Y allí donde tenemos versiones locales de Google Maps, como en Rusia, nos guiamos por la legislación local a la hora de representar nombres y fronteras”, señaló.

No obstante, no todo es tan sencillo. Los usuarios de Google Maps en Rusia sí ven a Crimea como parte de la Federación Rusa, pero los ucranianos siguen viendo la península como parte de su país.

A ojos de los ucranianos, una fina línea discontinua separa Crimea del resto de Ucrania, lo que le identifica como una región ucraniana.

Mientras, el resto del mundo ve que Crimea está separada de Ucrania por una línea discontinua gris y más gruesa, lo que la identifica como un territorio disputado.

“Nuestro producto Global Maps refleja las disputas fronterizas donde sea aplicable”, precisa Google.

Es decir, que todo depende de la localización geográfica del usuario. Normalmente, Google identifica las fronteras de los territorios disputados con líneas discontinuas grises más gruesas que las que delimitan provincias dentro de un mismo país.

Este es el caso de la línea que separa Israel de los territorios palestinos ocupados. La Franja de Gaza y Cisjordania están rodeadas por una línea discontinua gris y lo mismo ocurre con los Altos del Golán, territorio sirio bajo control israelí.

Al respecto, Google mantiene que siempre intenta mantenerse neutral y evita politizar los mapas virtuales.

En lo que se refiere al espacio postsoviético, los georgianos ven que las regiones separatistas de Abjasia y Osetia del Sur están separadas del resto del país por líneas grises discontinuas. Y para no herir sensibilidades ni siquiera identifica las capitales de ambos territorios.

Eso significa que, aunque Rusia haya reconocido la independencia de ambas regiones, Google las considera regiones en disputa.

Armenia y Azerbaiyán está enfrentados desde 1988 por Nagorno Karabaj, territorio que fue escenario de una cruenta guerra que concluyó hace 25 años. Actualmente, dicho enclave habitado por armenios ha autoproclamado su independencia.

Sea como sea, en línea con las resoluciones de la , que consideran al enclave una región azerbaiyana, Google Maps no traza línea alguna entre Nagorno Karabaj y el resto del país.

Es decir, para malestar de los armenios, en el mapa digital Nagorno Karabaj es una región azerbaiyana sin más, aunque el territorio rompiera lazos con Bakú hace más de un cuarto de siglo.

Transnistria, república separatista moldava, también aparece como parte inalienable de Moldavia y no como región disputada.